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Hola!!!
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Tres consejos para escribir fantasía
La fantasía es un género que cada día cuenta con más adeptos. Por eso hoy te damos cinco consejos para escribir fantasía que te ayudarán.
Cosas básicas (pero imprescindibles, sobre todo si estás dando tus primeros pasos en la escritura) si quieres llevar tu novela de fantasía al siguiente nivel.
1. Haz un buen trabajo previo
Hacer un buen trabajo previo es algo elemental, no solo para escribir fantasía sino para escribir cualquier género. Pero tal vez es especialmente válido para el género fantástico.
Escribir fantasía significa que vas a manejar elementos extraordinarios como magia, seres mitológicos y mundos imaginarios. Por tanto, debes tener muy claro cuáles de esos elementos vas a añadir a tu trama, en qué momento y con qué intención. Además de idear todas sus peculiaridades.
Si no haces ese trabajo previo, te arriesgas a pasar horas luchando con tu historia cuando llegue el momento de la reescritura para solucionar errores, lagunas e inconsistencias argumentales.
Lo que puede pasar:
No pienses que un plan previo no te hace falta y que ya irás solucionando los problemas según surjan. Ese es justamente el error que han cometido muchos de los alumnos que llegan al Curso de Novela, desesperados por haber pasado meses (e incluso años) atascados sin lograr llevar a buen puerto su argumento.
Esa idea que ahora tienes tan clara en tu cabeza, puede darte problemas (seguro que lo hará) cuando te pongas a escribir y tengas que desarrollarla en detalle.
Por ejemplo, si tu protagonista es un mago muy poderoso que puede resolver cualquier problema con sus hechizos, en el momento de la revisión te encontrarás con que apenas hay conflicto y, por tanto, tu trama no tiene tensión.
Cómo evitarlo:
Coge un cuaderno y anota cada elemento de fantasía que vas a incluir en tu novela (magia, sociedades secretas, razas mitológicas, etc.). Apunta todo aquello que crees que tus lectores no van a entender sin una explicación. Cuando estés seguro de que has anotado todo, emplea el tiempo necesario para pulir los detalles de cada uno de los elementos hasta asegurarte de que encajarán sin problema en tu argumento.
En el caso del ejemplo, deberías pensar qué fuerza podría enfrentarse a un mago poderoso y oponerse a sus hechizos para mantener la tensión del conflicto a lo largo de tu historia.
2. Menos es más
La construcción de un mundo de ficción es siempre un proceso divertido al escribir fantasía. Pero con frecuencia sucede que te empleas tan a fondo en la construcción del mundo que te olvidas de lo principal: escribir una buena historia.
Los lectores de fantasía no solo buscan elaborados mundos de ficción (aunque ese sea un aliciente). Lo que quieren son historias que les atrapen, que les hagan implicarse con todo lo que sucede en las páginas hasta llegar a querer a los personajes que las pueblan.
El mundo fantástico es solo un telón de fondo, no la parte principal de tu novela. Esto no quiere decir que no le des importancia, porque la tiene, pero no lo sobredimensiones.
Lo que puede pasar:
Uno de los mayores peligros al escribir fantasía es invertir demasiado tiempo en el worldbuilding. Eso no solo hace que postergues el momento de empezar a escribir la historia (que a fin de cuentas es lo importante), sino que hará que luego quieras usar cada pequeño detalle que has imaginado, corriendo el riesgo de ahogar la acción.
Aquí te hablamos de los tres problemas de un exceso de worlbuilding.
Cómo evitarlo:
Identifica cuáles son los elementos del mundo de fantasía que resultan esenciales para tu historia y cíñete a ellos. Hazte la siguiente pregunta: ¿Qué necesitan saber los lectores para que tu historia tenga sentido en el contexto de tu mundo de ficción?
A medida que trabajas en la construcción de tu mundo plantéate si ese detalle que estás ideando (por ejemplo, la etiqueta de la corte real) es necesario para que el lector comprenda lo que está pasando. Si la respuesta es no, por emocionante que sea idear las normas que rigen la vida palaciega del castillo de Armon, no pierdas tiempo en ello.
3. El viaje del héroe
El viaje del héroe es la estructura más popular para la trama de las novelas de fantasía. Y lo es con razón. En su libro, El héroe de las mil caras, Joseph Campbell describe la esencia de esta estructura:
Un héroe se aventura más allá de nuestro mundo adentrándose en una región de maravilla sobrenatural. Allí tropieza con fuerzas fabulosas y vence en una batalla decisiva. Finalmente, el héroe regresa de esta misteriosa aventura con ciertos poderes o conocimientos.
¿Te suena familiar? Por supuesto, es la estructura que sostiene la trama de algunas de las historias que más te han gustado, desde El Hobbit y Harry Potter a La Guerra de las Galaxias.