resumen sobre el enfrentamiento de los liberales y conservadores
Respuestas
Respuesta:
Tanto los conservadores como los liberales estaban de acuerdo en que, para superar la crisis política, se debía promover el cambio.[5] La Revolución de Ayutla, comandada por Juan Álvarez en el año de 1854 fue la revuelta a consecuencia del nacimiento de las nuevas formas de pensamiento con el objetivo de establecer un gobierno liberal y del hartazgo de la sociedad mexicana ante el régimen de Antonio López de Santa Anna.[6]
Una de las leyes que entraron en vigor en 1856, La Ley Lerdo es el sobrenombre con el que se le conoce a la Ley de Desamortización de las Fincas Rústicas y Urbanas de las Corporaciones Civiles y Religiosas de México, también conocida como Ley Modesto Flores, fue expedida el 25 de junio de 1856 por el presidente sustituto Ignacio Comonfort. Esta ley causó un enorme descontento entre ciertos sectores de la población pues, desde su punto de vista, atacaba a la religión católica, que era la creencia de la mayoría del país. Con el Plan de Tacubaya, dirigido por Félix Zuloaga, se estipulaba que la Constitución vigente cesaba de regir y que Comonfort seguiría al frente del poder Ejecutivo, limitado por los conservadores, para que derogara las reformas liberales, a lo cual este se negó; el plan también convocaba a un congreso extraordinario que redactaría una nueva constitución "acorde con la voluntad nacional", cesando entretanto a todas aquellas autoridades que no secundasen este plan. Parte del equipo de colaboradores de Comonfort renunció a sus puestos, mientras que Benito Juárez, presidente de la Suprema Corte, Isidro Olvera, presidente del Congreso, y algunos diputados fueron conducidos a prisión.[7] Comonfort trató de buscar una reconciliación con el partido liberal; encarceló a Juárez y llevó a cabo enfrentamientos armados contra los conservadores, en los cuales saldría mal librado. Ante lo inútil de su resistencia decidió no continuar en la lucha y abandonó el país, dejándolo inmerso en una guerra civil.
Explicación:
la llegada al poder del conservador Mariano Ospina encendió los ánimos de los 'azules'. Los odios, atizados durante décadas, explotaron. Así comenzó la Violencia, que ya en 1947 se había cobrado 14.000 vidas. La muerte de Jorge Eliécer Gaitán en 1948 y la llegada a la Presidencia del ultraconsevador Laureano Gómez en 1950 avivaron el conflicto. Según testimonios de campesinos liberales, la policía conservadora se sintió a sus anchas para adueñarse de sus tierras y sus bienes. Por eso, mientras la Dirección Liberal se dedicaba a sufrir en silencio su marginación del poder, las bases rurales del partido apelaban a las armas y se autoproclamaban "guerrilleros". La respuesta oficial fue la represión militar contra los "bandoleros", hecha por unas Fuerzas Armadas débiles y sin experiencia, ignoradas por el gobierno de Laureano Gómez. El fuego no acabó con las guerrillas y, por el contrario, les fincó un mayor apoyo popular. El conflicto se recrudeció y se extendió por medio país. Las masacres eran frecuentes y se estima que en ellas murieron más de 130.000 personas. En los llanos, las guerrillas tenían a la población de su lado, parecían intocables para el Ejército e incluso hacían sus propias leyes, basadas en principios de izquierda. El general Gustavo Rojas Pinilla subió al poder y ofreció una amnistía; logró la desmovilización de las guerrillas el 13 de junio de 1954. Los líderes rebeldes le expresaron al Presidente su "determinación sincera y espontánea de deponer las armas con decoro", y Colombia creyó que la Violencia era cosa del pasado. Pero las garantías que les ofreció el Gobierno a los guerrilleros no se cumplieron. El descontento incubó un nuevo conflicto entre Estado y guerrillas comunistas y liberales que no abandonaron las armas. Rojas Pinilla volcó a las Fuerzas Armadas a acabar con esas nuevas cuadrillas en abril de 1955. Se asesinaron y se violaron los derechos de muchos civiles, pero no se logró acabar con las guerrillas.