Respuestas
Respuesta:
Te tengo delante y no me lo creo.
Al fin apareciste,
al fin te encontré
a pesar de que siempre estuviste delante de mis ojos
y a pesar de que llegué a la conclusión
de que esto jamás me ocurriría.
Pero estás aquí.
Tu mirada azul me vigila
con las pupilas dilatadas,
esperando mi respuesta
a tu proposición.
La respuesta es y será siempre sí.
Hoy no será la única vez
que elegiré ser tu mujer,
sino que será una elección consciente diaria.
Diré sí los días en los que no lleguemos a fin de mes.
Diré sí cuando nos equivoquemos
y pasemos unas horas odiándonos
y queriéndonos a la vez,
durmiendo con un bloque de almohadas entre nosotros.
Diré sí cuando los problemas se nos acumulen,
cuando queramos tener un hijo
y nuestra biología nos haga esperar a regañadientes.
Diré sí también cada vez que te haga el amor,
en cada momento que transcurra a tu lado.
Diré que sí a tu compañía,
a tus defectos y a tus virtudes.
Diré sí a tus maquetas de cochecitos de colores,
a tus libros sobre la Segunda Guerra Mundial,
a tus películas de ciencia-ficción.
Decirte sí aquí y ahora
es decirte sí cada segundo por el resto de nuestras vidas.
Es elegir compartir contigo todo lo que venga por delante,
elegirte a ti de entre todos los habitantes disponibles de la tierra.
Y tú me lo estás preguntando sabiendo todo esto,
dispuesto a darnos este regalo mutuo.
De nuevo, tus ojos azules me observan, inquietos,
quizá dudando de si rechazaré tu pedida de mano.
Me temo que el sí se queda demasiado corto
para todo lo que siento ante la perspectiva
de que nos vayamos a comprometer a largo plazo,
por lo que en lugar de estropear el momento
con cuatro palabras tontas de rigor,
me abalanzo sobre ti
y sello el trato con un beso.
Explicación: