• Asignatura: Castellano
  • Autor: velasquezstefhania2
  • hace 6 años

porque "el grito" de Eduard munch es una onomatopeya? ​

Respuestas

Respuesta dada por: correaoteromariana
4

Respuesta: espero que te sirva me tarde mucho en encontrar los signos dame estrellita y coronita pliss

Explicación:

Algunos pensadores sostienen que el sonido de la palabra utilizada para denominar a una emoción reproduce la sensación original que dicha emoción provocó en el primer hombre que la experimentó, sensación que entonces él mismo quiso dejar atrapada en la onomatopeya y en la mímica gestual de su nombre.

A posteriori y con el paso del tiempo, dicha palabra se fue distorsionando, al punto tal que su versión moderna quedó alejada de la forma originaria, a la que sólo se puede intentar arribar a través de su etimología.  

La angustia, esa sensación de desazón interior mezcla de miedo e incertidumbre, que acontece en circunstancias que se viven como amenazantes, es un perfecto ejemplo de lo antes mencionado. Resulta interesante mencionar que la palabra española angustia, así como su sinónimo angina, derivan de la palabra latina angere, que significa estrechar, ahogar.

Vemos entonces que esta palabra no sólo reproduce, al pronunciarse, la espiración suspirosa que seguramente experimentó el hombre primitivo angustiado, sino que además remite por su etimología (angosto) a la sensación de opresión precordial que seguramente la acompañó, y de la cual el estrechamiento de los labios que exige su pronunciación, es su mímica.  

Queda claro entonces, que en los albores de la humanidad, una emoción experimentada, así como el sonido y la gesticulación de la palabra emitida para designarla, tenían una correspondencia directa.  

Pero así como existe en el hombre un mundo de las palabras, las cuales nombran emociones que en algún grado representan, dado que las emociones son experimentadas por el hombre mucho antes de su acceso al lenguaje, existe también en él un mundo de lo inefable, es decir de aquello que no puede expresarse por medio de las palabras, y sin embargo si puede hacerse por medio de los sentidos.  

La obra maestra pictórica El grito de Edvard Munch, constituye un perfecto ejemplo en este sentido. En ella un individuo desolado estrecha su rostro entre sus manos, clara metáfora de la angustia (angosto), lanzando un grito desgarrador. Dos siluetas humanas alejadas de él, así como la remota presencia de una iglesia y un hospital, dos clásicos refugios para la angustia, resaltan la soledad del momento. El hombre sufriente está a un paso del abismo (angustia) del cual sólo lo separa una delgada barandilla (los mecanismos de defensa del yo). En el horizonte, una serie de pliegues y repliegues entrelazados, representan la metáfora barroca del laberinto del alma humana, sede de la angustia. Las manos del hombre, apoyadas a los lados de su cabeza, evocan el canal del parto en el momento del nacimiento, el cual se desarrolla hacia un cielo incandescente, símbolo de la primera experiencia post-natal: el paso abrupto de la oscuridad a la luz.  

Es que toda angustia no es más que la re-edición de una angustia primordial relacionada con la separación del niño de su madre al nacer, constituyendo lo que se conoce como la angustia del nacimiento o pérdida de la madre, fundándose así una emoción que luego va a reproducirse a lo largo de la vida ante toda pérdida real o potencial.  

Es la angustia entonces una experiencia común a todos los hombres, desde su forma banal: el aburrimiento, hasta la angustia existencial nacida del ejercicio de la libertad, pues cuando se opta por una alternativa, se pierden irremediablemente otras miles, es decir que en definitiva y como sostiene Kierkegaard: la angustia es el precio de la libertad.  

Asimismo, hallamos versiones patológicas de la angustia en la fobia, la obsesión y la histeria, donde el objeto fobígeno, los rituales y la somatización respectivamente, no son más que meras máscaras de la misma experiencia vital.

Conclusión

Respuesta dada por: polmontanor
1

Respuesta:

Resumen 1.

El carácter primario de los gritos animales y cómo esos gritos son interpretados por el hombre. En este sentido nada mejor que el Diccionario de voces naturales de don Vicente Garcia de Diego, tanto por su cuerpo doctrinal como por el inmenso material que ha acumulado en cientos y cientos de páginas. Qué duda cabe que las voces son asimiladas por quien escucha como un mensaje que intenta ser comprendido y, en la percepción, se identifican los rasgos pertinentes que se creen caracterizadores de la bestia, más aún, sirven como ancla para poder crear lexicalizaciones que, a partir de ese momento, son totalmente significativas. Esto es un testimonio del valor de la interjección que mil veces se ha dicho está unido a la onomatopeya.

Se me dirá que los animales no tienen la intencionalidad del hombre, lo que es cierto, pero si el perro dice gua y el toro mu, con intención o sin ella, perro y toro quedan perfectamente caracterizados. Y aquí estamos en una convergencia archisabida interjección - onomatopeyal Por si fuera poco estaremos en trance de crear un léxico tan eficaz.

Resumen 2.

Pero lo que ahora nos afecta es el carácter primario de los gritos animales y cómo esos gritos son interpretados por el hombre. Qué duda cabe que las voces son asimiladas por quien escucha como un mensaje que intenta ser comprendido y, en la percepción, se identifican los rasgos pertinentes que se creen caracterizadores de la bestia, más aún, sirven como ancla para poder crear lexicalizaciones que, a partir de ese momento, son totalmente significativas. Se me dirá que los animales no tienen la intencionalidad del hombre, lo que es cierto, pero si el perro dice gua y el toro mu, con intención o sin ella, perro y toro quedan perfectamente caracterizados.

Explicación:

Hice dos resumenes espero te ayuden

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