• Asignatura: Historia
  • Autor: alexader1916
  • hace 6 años

un cuento sobre la libertad de culto​

Respuestas

Respuesta dada por: renterayala122088
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Respuesta:

Cristina disfrutaba cada día de la compañía de su pequeño y colorido lorito. Pepito, que así se llamaba el agapornis, salía al jardín con ella,  subía  y bajaba de un piso a otro persiguiéndola por toda la casa, se acurrucaba en su melena, picoteaba por su cabeza y se escondía en el cuello de su camisa buscando sus caricias. El lorito volaba, jugaba, comía, iba de un lado a otro casi con plena libertad y, cuando se cansaba, entraba en la jaula que permanecía con la puerta abierta para estar allí tranquilo.  

Un día cuando Cristina llegó del colegio llamó a Pepito, pero el lorito no acudió a su llamada como siempre acostumbraba.

Cristina empezó a llamarlo por toda la casa:

— ¡Pepito! ¿Dónde estás Pepito? —y silbó con fuerza para llamar su atención.

— Fiuuuuuuuu, fiiuuuuuuuuu…

Como no aparecía Cristina empezó a preocuparse.

Escuchó en el jardín ladrar a su perro Pancho:

— Guau, guau, guau, guau…

Continúo buscando al lorito por toda la casa temiéndose lo peor.

Al rato, llamó su atención el zumbido  de un abejorro que salía de su dormitorio.

— Bzzzzzzz, bzzzzzzzzzzz…  

Y fue entonces, al descubrir la ventana abierta de la habitación cuando se dio cuenta de que Pepito se había ido.  

Cristina, sintiéndose traicionada, lloró desconsolada la pérdida de su inseparable compañero, porque el agapornis no volvió.

Pasado el disgusto de los primeros días, la niña comprendió que Pepito, aunque era mucho más libre que otros pájaros, no era totalmente feliz y necesitaba volar por todo el mundo y descubrió el verdadero significado de la palabra libertad.

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