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Respuesta:
Células procariotas
Son las células más sencillas, pues como hemos dicho, no tienen un núcleo bien definido.
Explicación:Arqueas
Las arqueas son los precursores de la vida. Son las células más primitivas, sencillas y, a la vez, resistentes del mundo.
Respuesta:
Células procariotas
Son las células más sencillas, pues no tienen un núcleo bien definido. Esto limita su complejidad, por lo que no pueden organizarse para dar lugar a organismos pluricelulares.
Pero esta misma simplicidad es lo que les permitió colonizar la Tierra cuando las condiciones ambientales que había en ella eran absolutamente inhóspitas para los seres vivos más complejos que habitamos actualmente la Tierra. Por lo tanto, las células procariotas son los precursores de la vida. Todos (incluidos nosotros) venimos de estas células primitivas.
Esta sencillez también les ha permitido tener metabolismos mucho más diversos que las células más evolucionadas, pues tuvieron que adaptarse a condiciones de falta de oxígeno, de nutrientes, de luz, etc. De todos modos, estas células procariotas se clasifican, a su vez, en dos tipos: arqueas y bacterias.
Arqueas
Las arqueas son los precursores de la vida. Son las células más primitivas, sencillas y, a la vez, resistentes del mundo. La primera vida que hubo en la Tierra fueron estas arqueas, por lo que tuvieron que adaptarse a unos hábitats que no eran en absoluto propicios para la vida. En un primer momento, no había diferencias entre ellas y las bacterias, aunque hace unos 3.500 millones de años se diferenciaron.
Morfológicamente son muy similares a las bacterias. De hecho, hasta hace poco más de 100 años, se pensaba que estas células eran bacterianas. De todos modos, y aunque cumplen con la característica de no tener un núcleo bien definido, hay diferencias.
Bacterias
Una de las células más sencillas y a la vez evolutivamente exitosas de la historia. Las células bacterianas son capaces de realizar por sí solas todas las funciones vitales, por lo que no necesitan organizarse para formar organismos complejos.
Son también los precursores de la vida y, a día de hoy, continúan siendo los seres vivos dominantes del planeta. Estas células tienen un tamaño que oscila entre los 0’5 y los 5 micrómetros y con una variedad de morfologías inmensa.
Células eucariotas
Apareciendo hace unos 1.800 millones de años a partir de las procariotas, las células eucariotas son las células más complejas. Disponen de un núcleo bien definido donde se “almacena” el material genético y en su citoplasma hay estructuras más elaboradas, cosa que permitió la aparición de organismos pluricelulares.
El origen de las células eucariotas no está del todo claro, aunque se cree que pudieron aparecer por una simbiosis entre una bacteria y una arquea, es decir, se “juntaron” y una de ellas dio lugar al núcleo delimitado propio de las eucariotas.
Todos los seres vivos que podemos ver a simple vista están formados por células eucariotas. Y es que si bien algunas eucariotas son unicelulares, todos los pluricelulares están formados por este tipo de células. Animales, plantas, hongos…
Vegetales
Las células eucariotas están más especializadas que la procariotas, es decir, no pueden realizar cualquier tipo de metabolismo. En el caso de las células vegetales, son las eucariotas especializadas en realizar la fotosíntesis, es decir, el proceso para obtener materia orgánica para vivir a partir de la luz.
Estas células tienen una morfología poco variable, siendo normalmente rectangulares debido a la presencia de una pared que recubre la membrana celular. Además, en el citoplasma disponen de cloroplastos (con clorofila) para realizar la fotosíntesis, además de una estructura de gran tamaño para almacenar agua y nutrientes que se conoce como vacuola.
Animales
Las células animales son las eucariotas que constituyen a todas las especies animales de la Tierra, incluidos nosotros. Su morfología es mucho más variable que la de las células vegetales, pues pueden ser tan distintas como una célula muscular respecto a una célula nerviosa.
Sea como sea, las células animales comparten la característica de no poder realizar la fotosíntesis, es decir, no son capaces de obtener energía a partir de la luz. Por ello, al no poder generarse ellas mismas la materia orgánica, deben conseguirla del exterior. Las células animales “absorben” los nutrientes del exterior a través de un proceso conocido como endocitosis, que consiste en permitir la entrada de nutrientes a través de la membrana.
Protistas
Los protistas son quizás los más desconocidos. Y es que aunque comparten características de todos, no son ni bacterias, ni plantas, ni hongos, ni animales. Las células protistas son eucariotas ya que tienen un núcleo bien definido pero, más allá de esto, son increíblemente diversas.
Pueden ser tanto unicelulares como pluricelulares y realizar la fotosíntesis o seguir una alimentación propia de las animales.
Explicación: