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Los adolescentes y jóvenes son transparentes y muestran, sin disimulo, los valores positivos y negativos de esta sociedad. Los colegios y los institutos tienen a ese tipo de población y en ellos casi se llega al esperpento de lo que es nuestro entorno. La solidaridad, la amistad, el compañerismo, la afectuosidad, la espontaneidad, la sinceridad... son aspectos positivos que los vemos todos los días, junto con la agresividad, el desprecio, los insultos, la mala educación, etcétera.
Los adolescentes y jóvenes son transparentes y muestran, sin disimulo, los valores positivos y negativos de esta sociedad. Los colegios y los institutos tienen a ese tipo de población y en ellos casi se llega al esperpento de lo que es nuestro entorno. La solidaridad, la amistad, el compañerismo, la afectuosidad, la espontaneidad, la sinceridad... son aspectos positivos que los vemos todos los días, junto con la agresividad, el desprecio, los insultos, la mala educación, etcétera.Hay unos comportamientos que son deplorables, pero que continuamente se ven alrededor o los practicamos, como son las actitudes chulescas, el desprecio hacia el trabajo de otros: "Todos los demás son vagos e incompetentes"; el menosprecio hacia los representantes políticos o sociales: "Todos son unos sinvergüenzas y mangantes"; la falta de respeto hacia instituciones, nada más hay que oír las desautorizaciones que hay y ha habido por parte de políticos hacia poderes básicos del Estado, comentarios que ni en las épocas más radicales de nuestra historia reciente nos hemos atrevido a hacer.
Los adolescentes y jóvenes son transparentes y muestran, sin disimulo, los valores positivos y negativos de esta sociedad. Los colegios y los institutos tienen a ese tipo de población y en ellos casi se llega al esperpento de lo que es nuestro entorno. La solidaridad, la amistad, el compañerismo, la afectuosidad, la espontaneidad, la sinceridad... son aspectos positivos que los vemos todos los días, junto con la agresividad, el desprecio, los insultos, la mala educación, etcétera.Hay unos comportamientos que son deplorables, pero que continuamente se ven alrededor o los practicamos, como son las actitudes chulescas, el desprecio hacia el trabajo de otros: "Todos los demás son vagos e incompetentes"; el menosprecio hacia los representantes políticos o sociales: "Todos son unos sinvergüenzas y mangantes"; la falta de respeto hacia instituciones, nada más hay que oír las desautorizaciones que hay y ha habido por parte de políticos hacia poderes básicos del Estado, comentarios que ni en las épocas más radicales de nuestra historia reciente nos hemos atrevido a hacer.Todas estas actitudes existen, son injustificables y hay que criticarlas. Para solucionarlas proponemos, exclusivamente, legislar. De verdad,