Respuestas
La parábola (he aquí otra obviedad) pone de relieve el amor, el perdón y la reconciliación con Dios. Pero también, si la tomamos alegóricamente, pone de relieve a los dos pueblos presentes en la teología de Pablo. Está la fiesta, el gozo, la alegría del arrepentimiento de los gentiles y su regreso a la casa del Padre. Pero la parábola no termina ahí. La última parte es el papel de los judíos, el pueblo elegido que se enoja (no olvidar los alegatos de Pablo a los gálatas contra los judeanizantes) por el mensaje de la reconciliación. No es curiosidad que del hijo mayor se enfaticen los celos y la envidia. La parábola termina con las palabras del Padre. Del hijo mayor no se dice más. Quizá es una invitación para que los judíos recuerden que siguen siendo el pueblo elegido.