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Respuesta:
Los movimientos revolucionarios, su origen, influencia y alcance, han sido temas recurrentes en la historiografía peruana. En el caso específico de las revoluciones francesas (la de 1789 sobre todo), existe una serie de imágenes que oscilan entre el sobredimensionamiento de su impacto (al calificarla de suceso clave en la independencia peruana) y un escaso conocimiento de coyunturas posteriores, como la de 1848. El presente artículo tiene como finalidad ofrecer nuevos enfoques sobre el impacto de las revoluciones francesas en el Perú, en especial de las coyunturas revolucionarias de 1789 y 1848.
Explicación:
Lima, 14 de julio de 1889. Los Hermanos Mayores han decidido reunirse para celebrar, a su manera, el primer centenario de la Revolución Francesa. Se trata de una reunión sencilla, pero de profundo valor simbólico pues la fecha en cuestión conmemora también, como lo hace notar el Gran Maestre en su discurso, los «100 combates titánicos», representados en «la tríada hermosa de nuestros dogmas fundamentales; donde el azul, símbolo de la esperanza es la libertad; el rojo figura la sangre pronta a derramarse por la libertad de los hermanos; el blanco, cándido, puro, con la negación de matices, proclama la libertad». La ceremonia llega a su clímax cuando uno de los presentes ejecutó en el piano el «Himno de las Naciones» (Moreno Alonso, 1993).
2Si alguno de los Hermanos Mayores, o incluso el propio Gran Maestre, hubiese salido a la calle, se habría encontrado con un ambiente menos ceremonial y más festivo, de limeños que celebraban sin percatarse demasiado de la existencia de los masones locales. Y es que la celebración por los cien años de la Revolución se llevó a cabo a lo largo del día; por la mañana, se organizó una pequeña reunión en el local de la compañía de bomberos «France», para luego proseguir en el Palacio de la Exposición donde, si seguimos a la prensa, se habrían congregado cerca de 15 000 personas para presenciar el espectáculo de juegos, globos aerostáticos y discursos que ahí se desarrollaban. Como no podía ser de otra manera, los símbolos de Francia estuvieron omnipresentes: la Marsellesa fue ejecutada magistralmente, la Torre Eiffel —ícono por excelencia del industrialismo— estuvo representada por un castillo, y las fachadas de los miembros de la colonia ondeaban la tricolor. Como una muestra de deferencia —o de subyugación, o ambas— el cónsul y el alcalde de Lima pronunciaron sus discursos en la lengua de la nación homenajeada.
2 «Crónica. Colonia francesa» y «Las fiestas de ayer». El Comercio (Lima, 15 de julio de 1889).
3Esta celebración hizo que los limeños olvidaran las tristezas de la guerra que había terminado solo cinco años antes. Por ello no llama la atención que el recuerdo de la derrota termine orientando las ceremonias de este primer centenario. ¿Qué mejor manera de festejar el legado de la revolución si no es rememorando la «fraternidad» de la colonia hacia los peruanos que se encontraban luchando? Porque, según lo hacen saber a los presentes, las tareas de los franceses radicados en la capital no fueron menores: matar chilenos, auxiliar a los heridos y presionar al invasor para que detenga la ejecución de sospechosos peruanos2.
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4No todos han recibido a la Revolución con el mismo entusiasmo. Estos últimos doscientos años transcurridos desde la toma de la Bastilla y los más de ciento cincuenta desde las revueltas de los quarante-huitards, vieron oscilar la interpretación sobre ambos fenómenos conforme el vaivén político y los historiadores afinaban o descubrían elementos que no habían sido considerados hasta entonces. El bicentenario parecía ofrecer un momento adecuado para realizar un balance (¿o un ajuste de cuentas?) entre las diversas interpretaciones sobre el 89: desde las «jacobinas» o socialistas, difundidas al calor de la Revolución Rusa3, hasta las «girondinas» o de derecha, que veían en el 89 un peligroso legado que era necesario neutralizar (Furet, 1999). En el medio se presentaba una historia cultural que había optado por acercarse a temas como la opinión pública, los emblemas que se habían establecido, los cambios en las costumbres, las transformaciones en la lectura y la circulación de libros4, etc.
5 Este texto se basa en dos investigaciones realizadas anteriormente para las coyunturas de 1789 y 18 (...)