• Asignatura: Inglés
  • Autor: gspc1979
  • hace 6 años

Qué elementos debes de tener en cuenta para elaborar una cartilla​

Respuestas

Respuesta dada por: Aleexaauza
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Respuesta:

La cartilla tiene un parecido de familia con un manual o una guía. Es más sintética, contundente y menos abarcativa que un manual; más didáctica y menos inductiva que una guía. También es cercana al concepto de revista, tanto por diseño y lógica visual como por la forma de organizar, secuencializar, articular, jerarquizar los contenidos y las imágenes.

En relación a otros materiales pedagógicos, la cartilla implica algo más parecido a la producción editorial.

Supone un tipo de abordaje diferente y más complejo en términos de desarrollo, despliegue y “despegue” de contenidos y diseños. Así, la idea que en un afiche o en un folleto está sintetizada o, también, sugerida, la cartilla la desarrolla en clave explícitamente pedagógica.

El tipo de cartilla que proponemos desde un enfoque de comunicación para el desarrollo y, como decimos en este taller, comunicación como tarea, es un material pedagógico, que tiene objetivos más ambiciosos que otros materiales (diferente a otros materiales educativos como puede ser un afiche callejero e incluso de otros tipos de cartillas, como la famosa cartilla médica de las obras sociales). Así como el objetivo de un afiche es la interpelación inmediata y el impacto y el de un folleto es informar, la cartilla para la comunicación pedagógica y política se propone formar y promover la reflexión. O, al menos, ser una mediación, una herramienta, para un proceso pedagógico más amplio.

Como mediación y ayuda a la posibilidad de una reflexión, la cartilla aporta realmente a la concreción de consecuencias pedagógicas cuando busca generar preguntas más que dar respuestas. Es importante no intentar agotar un tema o su abordaje en un material. La cartilla será una provocación para preguntas cada vez más profundas y más colectivas.

Es muy común que se hable (no solo en el caso de las cartillas) de materiales de “concientización”. Desde nuestro enfoque, nuestro mayor desafío no es “generar conciencia” si no desarrollar procesos habilitantes para la acción y el compromiso con lo colectivo.

La cartilla pedagógica puede ofrecer un recorrido inductivo (de lo particular a lo general) o deductivo (de lo general a lo particular). Pero su mayor desafío es generar condiciones para el pensamiento abductivo, para invitar a los lectores a construir sus propias conjeturas respecto al sentido de las cosas, los elementos de análisis y sus criterios de acción. Siempre hay un riesgo catequético en las cartillas pedagógicas que debemos evitar.

En ámbitos educativos, muchas veces se hace énfasis en “partir de la realidad” de los sujetos con los que trabajamos. La cartilla tiene el desafío de partir de la realidad (las problemáticas, las ideas operantes, los lenguajes, las sensibilidades), pero sin olvidar que, justamente, la realidad de los interlocutores debe ser el punto de partida, pero no el de llegada.

La carilla implica una estructura y una secuencia lógica. Una introducción, un desarrollo (o varios desarrollos), un cierre. Tiene bloques y puede tener también secciones. Puede verse como un recorrido que debe tener ritmo y equilibrio. Es muy importante sostener la interpelación al lector en todo momento.

El lenguaje y los elementos gráficos ocupan un lugar central en la propuesta pedagógica. Diseño y redacción tienen que ser considerados de manera conjunta. Diferentes modos de visualizar y graficar una información o un planteo implican diferentes impactos pedagógicos.

Humor e historieta, así como la infografía, son elementos claves que potencian el contenido de una cartilla y permiten interpelar desde la intuición, la síntesis y la construcción abierta de sentido.

El lenguaje debe ser claro y con mirada del público. Incluso –y sobre todo– si se trata de una cartilla orientada a cuestiones técnicas específicas. Si hacemos, por ejemplo, una cartilla sobre la importancia de la distribución de la riqueza, a menos que se dirija un equipo de economistas, tendremos que buscar la manera de “abrir” el lenguaje técnico.

Tanto en lo escrito como en lo visual (lenguaje gráfico, imágenes, formas, colores) tenemos el desafío de plasmar un lenguaje directo, despojado y dinámico que sea, al mismo tiempo, firme, sólido y consistente.

Conviene usar cuadros, letreros y destacados para no acabar teniendo textos “planos”. Tiene que ver con un trabajo de jerarquización de textos.

El manejo y la presentación de ejemplos, tanto a nivel del texto como de imágenes, es muy importante para el propósito pedagógico. Para ello debemos tener una definición clara del público y de la estrategia de circulación del material.

Es muy bueno incluir explícitamente elementos, secciones o apartados metodológicos que hagan aportes en relación a cómo trabajar colectiva y pedagógicamente los temas de la cartilla. Desde posibles consignas de trabajo grupal hasta propuestas de esquemas de comprensión y preguntas de profundización.

Explicación:

Gracias por los puntos

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