Respuestas
Respuesta:
La reconstrucción histórica busca la recreación actual de un hecho histórico, realizado sobre todo con un interés y un deseo de mantener un rigor histórico practico y educativo. La gente puede revivir una historia que normalmente no aparece en los libros de historia.
Explicación:
El tema que nos convoca (“Las ciudades en la historia”), nos lleva a buscar la
especificidad del encuentro entre historiadores e investigadores de “la ciudad”.
A nuestro juicio, una participación plena de estos últimos requiere un doble
movimiento reflexivo previo: el primero, dirigido a superar las visiones
empíricas de la ciudad, y el segundo, a explicitar la contribución que la
investigación histórica puede jugar en la investigación urbana.2
Con respecto al primer movimiento, tiene a su vez dos aspectos: la elaboración
de los conceptos de espacio, espacialidad social y las teorías de lo social, por
el otro.3 Explicitar estas cuestiones nos permitiría determinar conceptualmente
si por “ciudad” nos referimos a la mancha urbana (delimitada siguiendo ciertos
criterios cuantitativos de densidad y contigüidad) y a todo lo que contiene, o a
un valor de uso complejo, o bien a una concreción de “sociedad local”
caracterizada por determinada base económica, formas de interacción social
cotidiana, etc.
1 Queremos dejar sentado que la publicación de este manuscrito sólo intenta participar en el debate, altamente relevante,
propuesto por los organizadores de este evento, sometiendo a su discusión algunas hipótesis desigualmente sustentadas.
No se trata por lo tanto de un trabajo acabado y lo presentamos como notas que, habiendo sido escritas para uso personal
y discutidas parcialmente en el Taller sobre “La revolución Sandinista en el contexto latinoamericano” (CLACSO-CIUDAD,
Quito, marzo 1987), nos hemos visto tentados a socializar por la insistencia del amigo Eduardo Kingman.
Agradecemos los comentarios del mismo Eduardo y de Mario Unda, que contribuyeron a clarificar y profundizar algunos
puntos; obviamente, la responsabilidad del trabajo sigue siendo nuestra. 2 Esta postura puede ser vista, por algunos historiadores de oficio, como una concepción “instrumentalista” de la disciplina
histórica, en tanto su sentido estaría subordinado a otras ciencias sociales. Pero como en cualquier disciplina científica,
cabe diferenciar entre investigación aplicada y básica, no estando esta última sujeta ni orientada por objetivos prácticos
inmediatos. En lo que sigue estaremos preocupados por una investigación intencionalmente integrada a procesos de
transformación históric