Respuestas
Explicación:
Un día, un bacteriólogo tenía en el despacho de su casa a un hombre. Le estaba enseñando todo tipo de cosas hasta que le enseñó el bote que contenía la peste. Empezó a hablarle de ésta. Al poco, se vio interrumpido por su mujer, lo que le obligó a dejar sólo un momento al hombre que venía de visita, pero enseguida, él se fue. Al ver el bacteriólogo que le faltaba el bote de la peste, salió corriendo en busca de ese hombre. Se subió a un coche y le dijo que siguiera a otro coche, el que llevaba al hombre. Era un anarquista. Cuando lograron alcanzarle, ya era tarde, el hombre había bebido una gota de ese líquido y gritando decía: ¡la peste está en la calle! El bacteriólogo no pudo hacer otra cosa que irse arrepentido y explicándole a su mujer, que le había estado siguiendo todo el tiempo, que era un anarquista.
Me ha parecido muy chulo, sobre todo la persecución que tienen entre ambos coches, la cual está muy bien explicada. Quizás, esa haya sido la parte que más me ha gustado. La que menos ha sido el principio, que parecía que no iba ha pasar nada.