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Respuesta:
Los derechos de los pueblos indígenas
remiten al concepto angular del derecho a
la distintividad. Se refiere a la posibilidad
respetable y valorable para considerarse a
sí mismos como diferentes, y a ser respetados como tales, bajo el principio de que
unas diferencias culturales no son más va1 Calla Ortega, Ricardo. La perspectiva de la diversidad étnica en derechos humanos: Algunos aportes
para una discusión urgente. Instituto Interamericano
de Derechos Humanos. Unidad de investigaciones
aplicadas. Costa Rica, 2000.
liosas que otras. Se establece así –a partir
de la igualdad– un sistema de equivalencias donde el derecho a la diferencia es sinónimo del derecho a la distintividad, a la
particularidad. Si una persona, como ser libre y racional, opta por una religión o un tipo
de vida familiar, el Estado la protege como
sujeto de derecho. Son respetables esas
opciones de otras opciones. Este derecho a
la diferencia implica que no sólo las personas sino también las colectividades configuradas como pueblos indígenas tienen derecho a su individualidad, a ser sí mismos.
Los pueblos indígenas, como sujeto colectivo, tienen derecho a la distintividad: a tener
un nombre, una lengua, creencias y formas
de vida que hacen modos complejos y abiertos de persistencia y cambio a sus personalidades distintas. Como las personas, los
“pueblos” tienen derecho a ser diferentes.
Se trata de una postura política que opta a
favor de la existencia de la diversidad y del
respeto mutuo entre las distintas “etnias” o
“pueblos”, efectivamente existentes, lo que
implica tener en cuenta las diferencias concretas para diluir el horizonte de la
homogeneización étnica y cultural orientada
a disolver y fundir tal diversidad.
Pero, aún más, sólo el reconocimiento del
derecho a la diferencia hace posible la configuración de lo otro, de la diversidad histórica,
social y cultural. A partir de ese reconocimiento y del derecho a la distintividad de los “pueblos” es posible preguntarse si éticamente
es positiva la existencia de los valores distintos que un pueblo particular posee. Como
sucede para el caso de las personas, la afirmación de que los derechos de uno no pueden ser pensados al margen de los derechos del otro, también vale para los pueblos.
Postular el derecho a la diferencia como principio significa en una nación multicultural