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Explicación:
La exposición al sol tan intensa como para causar una quemadura puede dañar incluso el ADN de las células de la piel y provocar cáncer. Las personas con un pigmento de piel más oscuro tienen menos probabilidades de sufrir quemaduras solares.
Sí, algunas consecuencias pueden ser.
Quemaduras solares
El principal problema de las quemaduras es que muchas veces no las advertimos hasta que ya es demasiado tarde. Comienzan con el enrojecimiento de la piel, inflamación y dolor. Si la quemadura es más importante, debido a que la piel es más sensible o la exposición ha sido mucho más intensa, se pueden formar ampollas. ¡Ojo con ellas! Si no se curan bien, podrían infectarse y provocar lesiones y marcas en la piel irreversibles.
Golpe de calor e insolación
Son una respuesta del organismo por el excesivo ardor del sol sobre la cabeza. Los síntomas que derivan de esta respuesta son náuseas, vómitos, cefalea, calor en la piel, sopor y alteración de las fibras musculares. En casos extremos pueden observarse convulsiones y otras afecciones graves. El golpe de calor no tiene por qué darse exclusivamente en una situación de exposición a los rayos de sol. Puede producirse también por la combinación de altas temperaturas con alta humedad y poca ventilación.
Envejecimiento prematuro de la piel
Toma nota de este dato: el 90% de los síntomas de envejecimiento están producidos por el sol. Los rayos UVA penetran hasta la dermis y sus efectos son acumulativos. Una exposición al sol excesiva y prolongada puede ser la responsable del deterioro del colágeno y de la elastina, que lleva a la aparición de marchas, arrugas y flacidez en la piel.
Inhibición del sistema inmunitario
Partimos de que la exposición moderada a los rayos refuerza el sistema inmunitario. Sin embargo, cuando la exposición es excesiva puede llegar a inhibir el funcionamiento de las defensas naturales del cuerpo y especialmente de la piel.
Tumores en la piel
Los rayos UV tienen una gran capacidad para penetrar en los tejidos. La mayoría de las células dañadas por el sol son reparadas y terminan desapareciendo, pero algunas permanecen en la piel y con el tiempo pueden convertirse en células cancerosas. No olvides examinar tu piel y estar alerta a posibles lunares y manchas.
Daños oculares
La exposición de la retina a la intensa luz solar puede producir daños muy importantes y aumentar hasta cuatro veces la probabilidad de desarrollar cataratas. Evitarlo es tan fácil como llevar gafas de sol con los filtros adecuados.