Respuestas
Respuesta:1. ¿Qué llevará en su contenido?
Teniendo definido lo que contendrá el empaque se puede ser más asertivo y lograr con facilidad elegir su material, representación, forma, color, decoración, e incluso es posible calcular el peso ideal.
2. ¿Con qué material se debe fabricar?
El empaque está pensado para proteger su contenido contra golpes o maltratos durante el transporte y la manipulación. En el sector de alimentos es importante pensar en protegerlos contra el oxígeno, gases, vapor de agua e incluso de aromas, todo esto para extender la vida útil de los productos y proteger sus nutrientes contra las bacterias. Igualmente, si pensamos en margarinas por ejemplo, éstas producen reacciones químicas que atacan los empaques plásticos y para ello se deben estudiar bien los materiales y componentes de la formulación.
3. ¿Qué capacidad y nivel de llenado tendrá?
Uno de los problemas más frecuentes es calcular mal el tamaño del empaque, debido al desconocimiento de la densidad del producto y/o alimento a empacar. En ocasiones los creativos e ingenieros definen un volumen de contenido errado, teniendo que hacer ajustes al diseño, un proceso que toma más tiempo e incluso incurre en gastos mayores de los inicialmente definidos.
Para aquellos productos que pretenden empacarse con adiciones de cereal, fruta, postre o cualquier otro acompañante, para que el consumidor pueda mezclarlo con el producto principal, deben diseñarse envases que tengan el volumen suficiente en su interior. Se debe calcular el espacio de cabeza interno (head space), ya que éste podría incentivar el colapso o deformación del envase por los cambios de presión atmosférica.
4. ¿Cuál es la temperatura de llenado del producto a empacar y de la cadena de distribución?
Es importante conocer cuál será la temperatura del producto a empacar, ya que en ocasiones esto es un limitante en el diseño y/o material a elegir. No todos los materiales soportan altas temperaturas; por ejemplo, algunos productos al ser envasados no pueden sellarse inmediatamente con una hermeticidad del 100%, pues lo gases que produce este proceso pueden quedar atrapados generando deformaciones.
En el caso de los productos que son sometidos a temperaturas por debajo de -30°C se deben utilizar diseños y materiales específicos, para evitar susceptibilidades a la rupturas por impacto ocasional.
5. ¿Cómo va a ser decorado?
Existen en el mercado varios tipos de decoración para un producto. Entre los más comunes tenemos la impresión, mangas termoencogibles, etiquetas autoadhesivas, fundas de cartón e IML (in-mold labelling). Antes de diseñar, se debe establecer cómo se va a decorar el envase, pues esto podría limitar y direccionar la forma ideal del empaque.
6. ¿El empaque se ajustará o se ensamblará con otro?
Muchos de los empaques tienen un proceso adicional de ensamble, bien puede tratarse de una tapa, base u otro elemento. Tener esta información es supremamente importante para definir cómo será el sistema y control de ajuste entre los dos elementos.
7. ¿Con qué tecnología se cuenta para la fabricación?
El creativo e ingeniero deben trabajar en equipo. Muchas veces el creativo desconoce las tecnologías de fabricación y al llegar a la producción los riesgos se materializan, generando reprocesos y en ocasiones modificaciones mayores en el diseño.
1. ¿Qué llevará en su contenido?
Teniendo definido lo que contendrá el empaque se puede ser más asertivo y lograr con facilidad elegir su material, representación, forma, color, decoración, e incluso es posible calcular el peso ideal.
2. ¿Con qué material se debe fabricar?
El empaque está pensado para proteger su contenido contra golpes o maltratos durante el transporte y la manipulación. En el sector de alimentos es importante pensar en protegerlos contra el oxígeno, gases, vapor de agua e incluso de aromas, todo esto para extender la vida útil de los productos y proteger sus nutrientes contra las bacterias. Igualmente, si pensamos en margarinas por ejemplo, éstas producen reacciones químicas que atacan los empaques plásticos y para ello se deben estudiar bien los materiales y componentes de la formulación.
3. ¿Qué capacidad y nivel de llenado tendrá?
Uno de los problemas más frecuentes es calcular mal el tamaño del empaque, debido al desconocimiento de la densidad del producto y/o alimento a empacar. En ocasiones los creativos e ingenieros definen un volumen de contenido errado, teniendo que hacer ajustes al diseño, un proceso que toma más tiempo e incluso incurre en gastos mayores de los inicialmente definidos.
Para aquellos productos que pretenden empacarse con adiciones de cereal, fruta, postre o cualquier otro acompañante, para que el consumidor pueda mezclarlo con el producto principal, deben diseñarse envases que tengan el volumen suficiente en su interior. Se debe calcular el espacio de cabeza interno (head space), ya que éste podría incentivar el colapso o deformación del envase por los cambios de presión atmosférica.