4. ¿Cómo construcciones humanas pueden modificar el ecosistema del río Magdalena?
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Según estudios realizados por Cormagdalena, la deforestación del bosque de galería, para ser convertido en pastizales, es uno de los factores que más han contribuido a la inestabilidad de los suelos y diques ribereños, especialmente en el Ato y Medio Magdalena, donde predomina la topografía con pendientes altas, susceptibles de deslizamiento. La sedimentación es otro factor que incide en la degradación del río como sistema ambiental. Según estudios, el transporte de lodo a la altura de Calamar es de 220 toneladas al año. La alta carga de sedimentos afecta la navegabilidad de algunos tramos del río y contribuye con la degradación de ecosistemas naturales de gran importancia biológica como las ciénagas y los arrecifes coralinos. Sobre la contaminación, estudios señalan que entre los principales factores se encuentran: actividades industriales y agrícolas no sostenibles en las áreas ribereñas y cuencas aportantes, prácticas inadecuadas de explotación minera- especialmente oro y carbón en afluentes del río, con el aporte de metales pesados y sólidos; derrame de hidrocarburos por acción de la guerrilla; y falta de planes de saneamiento para el manejo de residuos sólidos y líquidos en los municipios ribereños y las ciudades que son corredores industriales. El ecosistema cenagoso- el 68 por ciento de ellas se encuentran en la cuenca del Río Magdalena- ha sido modificado debido a los asentamientos humanos ubicados en zonas inundables; y a la construcción de diques, drenajes, distritos de riego y vías. La entidad encargada de la recuperación del río como sistema ambiental, por mandato constitucional, es Cormagdalena. Entre 1996 y 1997 invirtió 25 mil millones de pesos.