• Asignatura: Inglés
  • Autor: ceballossilvana2748
  • hace 6 años

como define josef pieper a la virtud y a la moral​

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Respuesta dada por: nahomygarciavilla
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Respuesta:La investigación y exposiciones filosóficas de Pieper se han dirigido sobre todo a la fundamentación de la antropología. Después de darse a conocer con su tesis doctoral sobre S. Tomás de Aquino (1928-29), se interesó particularmente por la sociología, y después por la ética. El método fenomenológico y la metafísica confluyen en él para estudiar sólidamente la estructura humana, llena de sentido ontológico y abierta a valores auténticos, con análisis profundos y juicios estimulantes. La ontología se integra en Pieper con la historia y la escatología, abarcando el arco completo de la existencia humana. Así pone de relieve los valores perennes de la filosofía, que, como la tomista, no conoce el desgaste del tiempo ni ignora la novedad de la historia.

Pieper ha llevado a cabo una amplia y profunda relectura de Tomás de Aquino en servicio de la cultura actual. Excelente traductor e intérprete del Doctor Angélico, utiliza una terminología viva y dinámica, y resulta singularmente atrayente en sus obras, como consecuencia en gran parte de la estructura de las mismas, de su originalidad personal y de su profundo conocimiento de la Revelación y de la Teología.

La filosofía

Para él, «actual» en un momento histórico determinado «no sólo es lo que una época quiere, sino también lo que necesita» (Actualidad del tomismo, 10). La actualidad del pensamiento de Santo Tomás se debe, por una parte, a su conciencia -que nuestro tiempo también tiene- de los límites del conocimiento humano y, por otra, a su valoración -que nuestro tiempo ignora de las posibilidades de ese mismo conocimiento. S. Tomás está muy lejos de ser un pensador racionalista, que tiene una respuesta para cada pregunta, como está lejos del sistematismo absoluto con que lo han caracterizado algunos neoclásicos: «quien entienda a Tomás como una especie de precursor de los filósofos sistemáticos del racionalismo... tiene que quedarse muy sorprendido al encontrar en Tomás una frase como la siguiente: Principia essentialia rerum sunt nobis ignota (An., I, 1,15), los fundamentos esenciales de las cosas nos son desconocidos» (ib. 19). Pieper subraya la importancia de la metodología teológico-negativa del Aquinate, e insiste en la capital distinción entre «conocer» y «comprender» (conocer exhaustivamente): el hombre conoce, pero rara vez comprende. El filósofo germano extiende además su especial estimación a Platón y Whitehead, precisamente porque uno y otro son particularmente conscientes de las limitaciones del conocimiento humano.

Para Pieper la filosofía es una búsqueda amorosa de la verdad; desde sus orígenes, es una lides quaerens intellectum. Por ello, «la pregunta ¿Cómo es posible una filosofía cristiana? parece mucho menos difícil contestar que esta otra: ¿Cómo es posible una filosofía no cristiana, suponiendo que por filosofía se entiende lo que por tal entendió Platón?» (Was heisst philosophieren?, 398-99). La filosofía, por otra parte, no es una disciplina, sino una actividad: el «filosofar disciplinado», que debe rehuir naturalmente toda posible equiparación al «régimen de trabajo moderno» (de ahí su valoración de la concepción clásica del ocio), y que debe también rechazar y superar las concepciones unilaterales (la «filosofía científica» o la «filosofía del absurdo», p. ej.).

Pero la filosofía, al mismo tiempo que búsqueda de la verdad, es expresión, comunicación, de las verdades halladas; ahí radica su carácter dialógico. En los momentos de crisis tiende a perderse la conciencia de este dato; y nuestro tiempo, como el de Sócrates, vive una crisis notable. Esa inconsciencia es muy grave, porque «quien hablando se dirige a otros..., quien así habla y no se preocupa expresamente de la verdad, quien se interesa por cualquier otra cosa pero no por la verdad, no considera realmente desde este punto de vista al otro como un auténtico partener: ya no le respeta como persona humana» (Corrupción de las palabras y en el poder, «Folia Humanistica» V, 1967, 210).

La antropología y la ética

A partir de esta concepción integradora de la filosofía se entiende bien el enfoque pieperiano de la antropología filosófica. «La doctrina moral debe tratar de la verdadera concepción del hombre. Naturalmente, debe tratar también de las acciones, de los deberes, las obligaciones y los pecados. Pero su tema primario es el verdadero ser del hombre, la idea del hombre bueno» (Sobre la idea cristiana del hombre, en M. A. Fitzsimons, T. T. McAvoy y F. O'Malley, La imagen del hombre, Madrid 1966, 33).

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