Respuestas
Respuesta:
La libertad, como prerrogativa del hombre, es el poder de obrar
el bien, con dominio sobre sus actos: su capacidad de cumplir, por
propia voluntad, el plan de Dios. Constituye, dentro del universo
visible, un privilegio exclusivo de la persona humana, que le permite
obrar el bien con sabiduría y amor, a semejanza de su Creador y
Redentor. Así lo enseña el último Concilio: «La verdadera libertad
es signo eminente de la imagen divina en el hombre. Dios ha querido
'dejar al hombre en manos de su propia decisión'¡, para que busque
espontáneamente a su Creador y, adhiriéndose libremente a El,
alcance la plena y bienaventurada perfección»2. A esta esencial y
constitutiva cualidad del obrar humano, sello de la dignidad de la
persona, llamamos libertad moral. De suyo dice referencia inmediata a Dios, y a las relaciones que con El guarda cada hombre,
como singular e irrepetiblemente llamado por El a la existencial,
como querido por sí mismd, y responsable ante Dios de su personal
destino, eterno y temporaP.
Explicación: