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Ablandar la mantequilla es una de esas cosas en las que a menudo no reparamos, pero que sin duda nos harían la vida, o por lo menos el desayuno, mucho más fácil. No es extraño sacar la mantequilla del frigorífico, ir a untarla en la tostada, y obtener como resultado una rebanada de pan resquebrajada por la dureza de la mantequilla, así como tropezones de mantequilla en lugar de una fina y transparente capa dulce.
Hay varias formas de conseguir una mantequilla más fácil de manipular sin necesidad de tiempo ni grandes experimentos.
La forma más rápida y práctica de ablandar la mantequilla, si se cuenta con microondas en casa, es meterla dentro durante unos segundos. Si se opta por esta opción se debe tener cuidado de no pasarse con el tiempo, ya que aunque saquemos la mantequilla como una roca del frigorífico, ésta se derrite muy rápido y fácil, y si nos pasamos de tiempo corremos el riesgo de obtener una sopa de mantequilla.