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Respuesta:
El llamado de Dios requiere de la renuncia total de nuestra parte. Mientras Abram permaneciera en Harán, no podría resolver el problema de esterilidad. Si bien el apartarse de su pueblo natal, de su casa y parentela implica renunciar a un ambiente seguro, el ir a un lugar desconocido también inspira nuevas esperanzas. La bendición prometida a Abram era propia de los reyes, y revela el propósito original de Dios al crear al hombre.
La obediencia de Abram (12:4-6)
Sólo los que confían en Dios pueden responder afirmativamente a Su llamado. Abram deja el lugar seguro para empezar a vivir como nómade. Sin una fe y convicción absolutas, es imposible dar pasos firmes hacia un futuro inseguro. El éxodo de Abram constituye una sombra del éxodo egipcio. Su familia acompaña a Abram en el peregrinaje, pues, es una verdadera familia de fe.
La promesa de la tierra de Canaán (12:7-9)
Abram tiene un encuentro con Dios en Siquem, en tierra de Canaán. Allí Dios le promete entregarle toda la tierra de Canaán. En realidad, el beneficiario directo no sería Abram, sino su descendencia. Abram edifica un altar e invoca el nombre de Jehová, como un acto de gratitud por las promesas recibidas y como un acto de fe, confesando la soberanía de Dios. Abram recorre la tierra prometida de sur a norte, como un acto simbólico de la conquista de Canaán de parte del pueblo de Israel, y de la adoración de este pueblo a Dios.
Explicación:
espero haber ayudado