Respuestas
Explicación:
Las manufacturas coloniales
Aunque España abastecía a sus colonias de manufacturas europeas y especialmente de telas de lujo, éstas resultaban demasiado caras para la mayor parte de la población. De manera que desde muy temprano, y en ámbitos diferentes, se organizó una producción local para vender en el mercado interno.
En América existía una larga tradición textil indígena y los españoles supieron aprovecharla. En un primer momento, exigieron las bellas telas indígenas como tributo; más tarde, entrenaron a los indígenas para producir textiles al gusto europeo. Los grandes talleres conocidos como obrajes o chorrillos cumplían la función de producir textiles similares a los europeos, pero con precios más accesibles.
Este sistema era similar al de una fábrica: reunía a cientos de trabajadores bajo un mismo techo y existía cierta división del trabajo. Pero los obrajes no desplazaron a otros tipos de producción, como la que realizaban los campesinos y la que tenía lugar en los “pueblos de indios”.
La producción de los obrajes textiles estaba destinada sobre todo a la población española de América, por lo que fue necesaria la utilización de materias primas y tecnologías europeas para fabricar telas al gusto de los consumidores. Los talleres eran dirigidos por especialistas españoles, mientras que los trabajadores eran indígenas. Durante el siglo XVII, la Corona también organizó sus propios obrajes, donde utilizó mano de obra forzada.
Los obrajes entraron en decadencia en el siglo XVIII. El atraso de la tecnología con la que contaban y la competencia con la pequeña producción campesina explican, en parte, su declinación. Además, la provisión de trabajadores forzados, que eran “encerrados” en los obrajes hasta que pagaran sus deudas, terminó por debilitar este tipo de organización que requería de constante vigilancia para funcionar.