¿CUÁL ES LA POSTURA DE LOS AMBIENTALISTAS RESPECTO A EL USO DE BIOCOMBUSTIBLES QUE SE PRODUCEN DE CULTIVOS ALIMENTARIOS?
Respuestas
Respuesta:
Explicación:
A pesar de que la producción de
biocombustibles sigue siendo reducida en
el contexto de la demanda total de energía,
sí resulta significativa en lo que respecta a
los niveles actuales de producción agrícola.
Deben reconocerse las posibles implicaciones
medioambientales y sociales de su continuo
crecimiento. La reducción de las emisiones
de gases de efecto invernadero es, por
ejemplo, uno de los objetivos explícitos de
algunas medidas reglamentarias de apoyo
a la producción de biocombustibles. La
producción agrícola provoca en general
ciertos efectos negativos inesperados en
la tierra, el agua y la biodiversidad que
resultan especialmente preocupantes
en relación con los biocombustibles. La
magnitud de estos efectos depende de la
manera en que se producen y se procesan las
materias primas para biocombustibles, de la
escala de la producción y, especialmente, del
modo en que influyen en el cambio del uso
de la tierra la intensificación y el comercio
internacional. En este capítulo se examinan
las repercusiones de los biocombustibles
sobre el medio ambiente; las repercusiones
sociales se considerarán en el capítulo
siguiente.
¿Ayudarán los biocombustibles a
mitigar el cambio climático?10
Hasta hace poco tiempo, muchas autoridades
legisladoras asumían que la sustitución de
los combustibles fósiles por combustibles
obtenidos a partir de biomasa tendría unos
efectos importantes y positivos sobre el
cambio climático mediante la generación
de unos niveles menores de gases de efecto
invernadero, contribuidores al calentamiento
global. Los biocultivos pueden reducir o
compensar las emisiones de gases de efecto
10 El análisis realizado en esta sección se basa parcialmente
en FAO (2008d).
invernadero a través de la eliminación directa
del dióxido de carbono del aire a medida
que crecen y lo almacenan en la biomasa
y el suelo. Además de los biocombustibles,
muchos de estos cultivos generan productos
complementarios como proteínas para la
alimentación animal, y ahorran así la energía
que se emplearía para elaborar piensos de
otra manera.
A pesar de estos posibles beneficios,
los estudios científicos han mostrado que
las compensaciones de gases de efecto
invernadero varían en gran medida de
acuerdo con cada biocombustible en
comparación con el petróleo. En función
de los métodos empleados para producir
la materia prima y elaborar el combustible,
algunos cultivos pueden generar aún
más gases de efecto invernadero que los
combustibles fósiles. El óxido nitroso, por
ejemplo, un gas de efecto invernadero con
un potencial de calentamiento global unas
300 veces mayor que el dióxido de carbono,
es liberado por fertilizantes nitrogenados. La
emisión de gases de efecto invernadero tiene
lugar también en otras fases de la producción
de biocultivos y biocombustibles tales como
la producción de fertilizantes, plaguicidas
y combustible empleados en la agricultura,
la elaboración de productos químicos, el
transporte, la distribución y hasta el uso final.
Los gases de efecto invernadero también
pueden emitirse mediante cambios en
el uso de la tierra, directos o indirectos,
causados por el aumento de la producción
de biocombustibles; por ejemplo, el
carbono almacenado en los bosques o en
los pastizales se libera del suelo durante la
conversión de la tierra para la producción
de cultivos. Mientras que el maíz destinado
a la producción de etanol puede generar un
ahorro de gases de efecto invernadero de
unas 1,8 toneladas de dióxido de carbono
por hectárea al año y el pasto varilla, un
posible cultivo de segunda generación,
puede ahorrar unas 8,6 toneladas por
hectárea al año, la conversión de pastizales