Respuestas
Respuesta: (salvo los logaritmos, senos y cosenos). Hemos visto (verídico) personas usar una calculadora para
sacar 5 menos 1, y decir “no, si es para comprobar el resultado”. Señores, si llegamos a esto,
tenemos una grave falta de confianza en nosotros mismos, al menos como matemáticos.
El saber hacer determinadas operaciones a mano no es ningún capricho ni tontería. Nadie está a
salvo de que a su calculadora se le terminen las pilas o se rompa en el momento menos oportuno, o
que en un examen en concreto digan de repente las temibles palabras “no se puede usar
calculadora”. Y si eso pasa, habrá dos grupos de personas: las que lanzas exclamaciones agónicas
como un buzo al que se le quitara la bombona de oxígeno a cien metros de profundidad, y las que
sonríen por lo bajo porque se acuerdan cómo hacer una división con decimales.
Explicación: Hasta primero de ESO, más o menos, podemos apañarnos con una calculadora normalita, con las
teclas de los números, las operaciones básicas de suma, resta, multiplicación y división y si acaso la
de las raíces cuadradas. La mayoría de las calculadoras de los móviles (hasta la fecha) se limitan
también a estas funciones. Pero a partir de segundo de ESO empieza a ser necesario recurrir a una
calculadora científica, que se distingue de las otras por tener un montón de botones más, la mayoría
de los cuales la gente no sabe para qué sirven. Pues bien, aquí podrás aprender muchas cosas que es
capaz de hacer tu calculadora y ni sospechabas que estaban ahí.
Antes de empezar, un aviso: existen muchos modelos de calculadora y de uno a otro pueden haber
pequeñas diferencias. Puede cambiar el nombre de algunas teclas o el orden en que hay que
introducir los datos. Aquí vamos a coger como ejemplo una de las más comunes; si alguna de las
teclas no aparece igual en tu calculadora, busca alguna que se parezca o pregunta a tu profesor o un
compañero
La calculadora es un invento que puede usarse bien o puede usarse mal, y al decir “mal” no nos
estamos refiriendo a apretar mal las teclas.
Usar bien la calculadora es emplearla para ahorrarnos tiempo con las operaciones más largas
cuando no sea necesario detallar los pasos intermedios. Si tenemos que calcular la raíz cuadrada de
2256 para hallar el tiempo que tarda un proyectil en caer a tierra, por ejemplo. Si estamos haciendo
un examen en el que una de las preguntas es “calcula la raíz cuadrada de 2256”, es evidente que no
podemos hacer la cuenta con la calculadora y limitarnos a escribir 47,497. En este caso el profesor
tiene que ver que el alumno sabe sacar a mano la raíz.
Usar mal la calculadora es utilizarla para todo y ser incapaz de vivir sin ella. Está bien que nos
ahorre tiempo en las operaciones largas, pero debemos ser capaces de hacer a mano esos cálculos
Respuesta:
wtf con la otra respuesta mi respuesta es el que el resultado es positivo
Explicación: