• Asignatura: Geografía
  • Autor: Anónimo
  • hace 6 años

investiga y completa el esquema con los componentes que definen las divisiones continentales y regionales. Puedes consultar las pág. 12 a la 16 de tu libro y la pág 69 del atlas de geografía del mundo 6°grado de primaria

Respuestas

Respuesta dada por: stefanybalbuena91
6

Respuesta:

la mayoría de los humanos no suelen preguntarse si la realidad es verdaderamente tal como la conocemos. pero esta pregunta ha fascinado a los filósofos desde la antigüedad; y si platón o kant vivieran hoy, probablemente se quedarían atónitos ante todo aquello que la ciencia ha revelado sobre la realidad a nuestro alrededor que nosotros no percibimos, pero sí muchas otras especies. este es un repaso a algunos de los sentidos animales que son lo más parecido a auténticos superpoderes, y que dan a sus poseedores una versión del mundo muy diferente a la nuestra.

un mapa de sonidos

la habilidad de los murciélagos de hacerse un mapa de su entorno mediante el sonido es uno de los sentidos animales más estudiados. contrariamente a la idea popular, estos mamíferos voladores no son ciegos, pero sus ojos les sirven de poco cuando capturan insectos al vuelo por la noche. sus chillidos, inaudibles para el oído humano, rebotan en el entorno y en sus presas en movimiento. el tiempo de la señal de retorno, la dirección y el cambio de frecuencia –debido al efecto doppler, como cuando una ambulancia con la sirena encendida pasa a nuestro lado– les permiten cazar con un tino increíblemente certero.

visión con rayos x

el sonar de los delfines y las ballenas dentadas es en realidad el mismo sistema de ecolocalización de los murciélagos, pero bajo el agua. los sonidos producidos por estos mamíferos marinos les permiten formarse un mapa mental de su entorno en tres dimensiones. pero no solamente eso: las ondas sonoras emitidas por los delfines pueden penetrar a través de ciertos objetos y de los tejidos blandos, ofreciendo al animal también una especie de visión de rayos x de sus posibles presas o amenazas. hoy los ingenieros tratan de copiar esta capacidad para mejorar los detectores de sonar.

o Kant vivieran hoy, probablemente se quedarían atónitos ante todo aquello que la ciencia ha revelado sobre la realidad a nuestro alrededor que nosotros no percibimos, pero sí muchas otras especies. Este es un repaso a algunos de los sentidos animales que son lo más parecido a auténticos superpoderes, y que dan a sus poseedores una versión del mundo muy diferente a la nuestra.

Según explica a OpenMind la coautora del estudio Kristin Laidre, de la Universidad de Washington (EEUU), se trata de un mecanismo “altamente evolucionado” que permite a estos animales obtener información detallada para sumergirse rutinariamente hasta más de 1.500 metros. “Su uso del sonido es crítico para encontrar comida, navegar en el denso hielo marino y comunicarse”, dice Laidre.

Receptores para encontrar sangre

Si acercamos la mano a una vitrocerámica encendida, somos capaces de sentir el calor sin tocarla, gracias a las neuronas sensoriales en nuestra piel. Pero solo percibimos temperaturas superiores a los 43 oC. Para otras especies, la percepción del calor o termorrecepción es un sentido esencial que les ayuda a reconocer su entorno. Los murciélagos vampiros cuentan en su nariz y su labio superior con receptores de calor que les permiten detectar temperaturas de 30 oC a una distancia de hasta 20 centímetros. Esto les facilita la localización de sus presas e incluso de las zonas de la piel que recubren los vasos sanguíneos, para saber dónde perforar en busca de sangre.

Las serpientes detectan el calor de sus presas gracias a sus fosetas. Crédito: Steve Kharmawphlang.

Algunas víboras y boas detectan el calor de sus presas gracias a unas fosetas especializadas en el hocico. La dirección de la fuente viene dada por la parte de la foseta que percibe el calor y la presencia de fosetas a ambos lados de la cabeza permite medir la distancia.

Los tiburones detectan la electricidad gracias a sus ampollas de Lonrezini. Crédito: Albert Kok/Wikimedia Commons

Un caso peculiar es el de los abejorros. En 2016, un estudio descubrió que estos insectos acumulan una carga positiva durante el vuelo, y que la atracción hacia la carga negativa de las flores mueve los pelos de sus patas, lo que ayuda al abejorro a ubicar su objetivo. Las flores ya polinizadas cambian su carga, evitando a otros insectos que visiten la misma flor.

Brújulas naturales

Las primeras observaciones de que ciertos animales tienden a alinear sus cuerpos con el eje norte-sur del campo magnético terrestre datan de hace décadas, pero durante años los científicos no encontraron explicación a esta capacidad que, según se ha confirmado, está presente desde las bacterias hasta los vertebrados.

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