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01. Los conocimientos deben ser traducidos en competencias. La formación debe dirigirse a la acción para poder transmitir un saber hacer y una aplicación práctica. Hoy más que nunca debemos hacer uso de la frase: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.
02. Es necesario activar un nuevo paradigma en el que aparezcan nuevos enfoques metodológicos y de evaluación y, sobre todo, en el que se produzca una intensificación en los procesos relacionales entre centros de formación y las empresas, desde la premisa de oportunidad, inversión de futuro y responsabilidad social.
03. En el área de la educación superior y Formación Profesional hay que promover un acuerdo socio-político que otorgue mayor estabilidad al sistema educativo y dé mayor relevancia a competencias como la creatividad, pensamiento crítico, habilidades transversales, innovación, emprendimiento y la utilización de nuevas tecnologías en la formación y en el empleo.
04. Sería necesario trabajar para dar mayor prestigio a la Formación Profesional y una buena medida sería integrarla en el ámbito universitario. Ya no se puede dudar de que la FP de Grado Superior son estudios superiores con los mismos requisitos de acceso (excepto PAU) que los universitarios.
05. Un incremento de los alumnos en FP, implicaría una reducción del número de estudiantes que abandonan sus estudios universitarios sin ninguna cualificación; reduciría la cifra de universitarios que acceden al mercado laboral en ocupaciones de bajo nivel, lo que conlleva una importante frustración, y, además, optimizaría los recursos invertidos en educación.
07. Uno de los problemas para implantar un modelo de formación dual es la falta de trabajadores en la empresa que puedan ejercer de tutores durante el periodo de formación del alumno en el centro de trabajo. Una forma de solucionarlo sería establecer convenios con las organizaciones sectoriales para que estas dispongan de personal preparado para acompañar a los alumnos en su formación práctica en el centro de trabajo que se ocupe de la tutorización.
08. El sistema educativo necesita un marco de actuación que empuje y motive en mayor medida a que sus equipos directivos, sus investigadores y profesores persigan más intensamente esa permanente actualización en conexión con las necesidades de la sociedad.
09. Las nuevas tecnologías deben estar presentes con una oferta académica que permita un proceso de enseñanza-aprendizaje a través de la red y con un profesorado altamente capacitado en competencias digitales. La Universidad debe ser sinónimo de innovación y vanguardia.
10. Vivimos en una etapa en la que la velocidad del cambio es exponencial, y obliga a las generaciones actuales a ser nómadas del conocimiento y estar en un proceso de actualización constante. Desarrollar las habilidades necesarias para identificar fuentes de conocimiento, y el proceso de constante aprendizaje es tan importante como adquirir una base sólida de conocimiento ‘generalista’.