Respuestas
Respuesta:
Los requisitos dietéticos cambian a medida que aumentas de edad, y aunque los especialistas recomiendan obtener la mayoría de los nutrientes de la comida, a veces no es posible. “Nuestros intestinos se vuelven menos eficientes a medida que envejecemos, en particular cuando llegamos a los 60 y los 70, y eso limita nuestra capacidad para obtener suficientes sustancias nutritivas de los alimentos”, dice McKay de Tufts University. Enriquecer tu dieta con estos nutrientes clave debería ayudar a mantenerte de lo mejor. Vitamina B12: incluso una deficiencia leve de vitamina B12 podría exponer a las personas mayores al riesgo de desarrollar demencia, según un estudio publicado en el Journal of the American Geriatrics Society. Sin embargo, el ácido estomacal, que el cuerpo requiere para absorber vitamina B12 de los alimentos, empieza a disminuir a partir de los 50 años. Por eso, el Institute of Medicine (Instituto de Medicina) recomienda que verifiques tus niveles de vitamina B12 y tomes suplementos si hace falta. Dosis recomendada: 2.4 microgramos al día.
Mejora la memoria con los omega-3.
Buenas fuentes alimentarias: almejas, hígado de res, trucha, hamburguesa con queso y solomillo
Omega-3: el DHA es el ácido graso omega-3 más abundante en las membranas celulares del cerebro. Durante la última década, estudios han relacionado los ácidos grasos omega-3 con beneficios cerebrales que van desde mejor flujo sanguíneo y mayor crecimiento de células cerebrales a mejoras en el estado de ánimo y la memoria. Lamentablemente, a medida que envejeces, tus células cerebrales pierden gradualmente la capacidad para absorber el DHA, lo cual te priva la mente de nutrientes y pone en peligro tanto la función cerebral como la retención de la memoria. Dosis recomendada: 1,000 mg de EPA y DHA al día.
Buenas fuentes alimentarias: aceite de linaza, salmón, nuez de castilla y edamame
Vitamina D: por años, los científicos pensaron que el único papel de la vitamina D era mejorar la absorción del calcio de los alimentos. Pero ahora, investigaciones han demostrado que la vitamina D puede disminuir el dolor crónico, proteger contra las enfermedades cardiovasculares y hasta prevenir el cáncer. La fuente ideal de este nutriente crítico es la luz solar. Lamentablemente, la capacidad de tu cuerpo para sintetizar la vitamina D de la luz solar disminuye a medida que envejeces. Dosis recomendada: 600 unidades internacionales al día. Busca sumplementos que contengan vitamina D3, una forma activa que es más eficaz que su contraparte, la vitamina D2.
Buenas fuentes alimentarias: atún, caballa, hígado de res, queso y yema de huevo
Explicación paso a paso: