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Respuesta:
Utiliza la siguiente fórmula en cuatro pasos: Descanso, hIelo, Compresión y Elevación. Para recordarla, ayuda utilizar la regla mnemotécnica de las iniciales: “lo que DICE el sentido común”:
Descanso: dejar de practicar la actividad donde se ha producido la lesión y mantener la rodilla en reposo. En algunos casos, esto puede implicar utilizar muletas para aligerar la rodilla del peso corporal durante el período de recuperación.
Hielo: aplicar cubitos de hielo envueltos en un paño o una compresa fría sobre la rodilla varias veces al día durante 20 minutos seguidos hasta que remita el dolor y la hinchazón. Asegúrate de no aplicar hielo directamente sobre la piel, ya que esto puede provocar lesiones.
Compresión: utilizar un vendaje elástico compresivo para aliviar la hinchazón y proporcionar sostén y contención a la rodilla.
Elevación: estirarse y elevar la pierna, colocándola sobre almohadones u otros objetos almohadillados, hasta que esté por encima del nivel del corazón. Esto contribuirá a reducir al máximo la hinchazón.
Toma medicamentos antiinflamatorios. Los analgésicos, como el paracetamol y el ibuprofeno, pueden ayudar a aliviar el dolor y a reducir la hinchazón del área afectada.
Si te lo indica el médico, asiste a sesiones de fisioterapia. La fisioterapia ayuda a fortalecer los músculos de las piernas, a estabilizar la rodilla y devolver a esta articulación su gama completa de movimientos y de flexibilidad.
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