Respuestas
Respuesta:
El ejercicio de la política permite gestionar los activos del estado nacional, también resuelve conflictos dentro de las sociedades adscritas a un estado específico lo que permite la coherencia social, las normas y leyes que determine la actividad política se vuelven obligatorias para todos los integrantes del estado
Explicación:
Respuesta:
La política es la más importante de las actividades y trabajos humanos, porque de sus acciones depende el destino, la vida, decadencia o muerte de una comunidad, ciudad, provincia, región, Estado, nación, país, la humanidad y el planeta. Del trabajo de un médico, profesor y del resto de las ocupaciones y profesiones, se puede influenciar, beneficiar o perjudicar a decenas de miles de personas durante toda una vida, en cambio, un político repercute en la vida de millones de personas o de toda la humanidad, dependiendo del país. Recordemos a Hitler, preocupémonos por Trump y la economía mundial y el cambio climático. Dice Wikipedia: “La política es el arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados. Constituye una rama de la moral que se ocupa de la actividad, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por personas libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Es un quehacer ordenado al bien común”. Lo demás es mala práctica política, politiquería y demagogia y de cada uno de nosotros depende que sea o no así. La política tiene que ver con la suerte de todos, para bien o para mal, por tanto, no podemos dejarla en manos de cualquiera: deshonestos, pocos talentosos, mal preparados y menos sabios. Para José Carlos Mariátegui: “La política es hoy la mayor actividad creadora. Es la realización de un inmenso ideal humano. La política se ennoblece, se dignifica, se eleva cuando es revolucionaria”. Existen personas que dicen: “No me importa la política, vivo de mi trabajo”, “No me importa quién gane las elecciones, porque todos son lo mismo”, “Todos los políticos son ladrones”, etc. No existen personas, sean profesionales, ladrones, criminales o politicos iguales. Debemos escoger los mejores o por lo menos el mal menor. Debemos averiguar, investigar la vida de los que se dediquen a la política, son personas públicas. Su poderosa influencia permite servir a muchos o arruinar a una comunidad. Lo que hicieron es una referencia de lo que pueden hacer en el futuro. Si una persona o empresa aporta una importante cantidad de dinero en impuestos, debe hacer seguimiento del uso del mismo de parte de las instituciones públicas que lo administran. La persona que por sus ingresos no paga impuestos o lo hace en poca cantidad, igualmente debe preocuparse del buen uso del aporte que hacen otros ciudadanos, para que a través de las recaudaciones se beneficie con mejores servicios públicos (salud, educación, alcantarillado, calles, carreteras, etc.). Todos los ciudadanos, más aún los profesionales de más alta calificación y reconocimiento, para ser personas integrales, deben tener por lo menos un conocimiento promedio sobre la política. No deben excluirse cuando opinan de la política. Los que no tengan conocimientos mínimos se los pueden considerar como analfabetos políticos. Según Aníbal Ponce: “Practicar la neutralidad, la indiferencia, es practicar la saciedad política. Pues nadie puede mostrarse indiferente frente a un pedazo de pan, al hacerlo, quiere decir que pertenece al partido de los saciados, de los llenos”. Cuando no se asiste a votar, y más en el sistema de votación voluntario, se favorece a los políticos más descalificados. Para los políticos malos su conveniencia es que los honrados no participen como candidatos ni en las votaciones. Cuando un ciudadano honrado no vota y no participa en la política comete la peor de las estupideces: se anula a sí mismo y da un cheque en blanco para que los demás y los deshonestos ocupen su lugar. Si en una comunidad o país del 51% al 99% son negros, indígenas u honrados y no son elegidos para puestos políticos, algo muy grave sucede en esa sociedad. En Grecia, cuando las 2/3 partes eran esclavos, Aristóteles decía que “el hombre es un animal político”, en consecuencia, los desinformados y los que renuncian a la política pueden descender a esclavos o animales.