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Iturbide se había caracterizado por perseguir a los insurgentes en los primeros años de la guerra de independencia. Fue el gran vencedor de Morelos en 1814 y cuentan las crónicas que a su paso dejaba un rastro de sangre. Iturbide dejó el retiro y el 18 de noviembre de 1820 salió de la ciudad de México para combatir a Guerrero, sin embargo, fue derrotado a las primeras de cambio, lo cual lo llevó a pensar que para alcanzar la independencia era fundamental que los viejos insurgentes se sumaran al nuevo movimiento.
Hacia 1821, uno de los sobrevivientes de mayor prestigio era Vicente Guerrero. Luego de un intercambio de cartas, Guerrero aceptó sumar fuerzas con Iturbide a pesar de que durante años habían sido enemigos. El 24 de febrero de 1821, en el pueblo de Iguala, actual estado de Guerrero, Agustín de Iturbide dio a conocer un documento con el cual declaraba a la Nueva España independiente y estableció que como forma de gobierno adoptaría una monarquía constitucional moderada. Según con lo dispuesto en su manifiesto, se formaría nuevo ejército que se llamaría de las Tres Garantías porque bajo su protección estarían resguardados tres principios: independencia, religión católica como única y unión entre americanos y europeos. Las tres garantías estarían representadas por tres colores: verde, blanco y rojo.
Días después de la promulgación del plan de Iguala, Iturbide y Guerrero se encontraron por vez primera y le dieron forma al ejército trigarante o de las Tres garantías. Iturbide fue sumando voluntades por toda la Nueva España, regimientos enteros de realistas se sumaron a la causa trigarante, los insurgentes también se pusieron a las órdenes del nuevo movimiento y la causa fue tomando forma en todo el territorio y entre todas las clases sociales.
Don Juan de O'Donojú llegó a México no con el cargo de virrey, suprimido por la Constitución de Cádiz, sino con el nombramiento de Jefe Político Superior de la Nueva España. Venía bastante enfermo, puesto que había pasado largos años sufriendo los tormentos y la insalubridad de la prisión a la que lo condenó el rey Fernando VII por ser un liberal, de los que se opusieron a su régimen absolutista.
El gobierno español quiso premiar a O'Donoju, quien además fue héroe en la guerra contra los franceses, concediéndole el virreinato de la Nueva España, una vez que desembarcó en Veracruz, el nuevo gobernante se percató que todo estaba perdido para España y de inmediato manifestó su deseo de entrevistarse con el jefe del ejército de las tres garantías.
El 24 de agosto de 1821, Iturbide y O'Donojú firmaron los Tratados de Córdoba con los cuales se reconocía la independencia de México y el nuevo país asumía como forma de gobierno una monarquía constitucional moderada. Los tratados señalaban:
Esta América se reconocerá por nación soberana e independiente, y se llamará en lo sucesivo ""Imperio Mexicano"". El gobierno del Imperio será monárquico constitucional moderado. Será llamado a reinar en el Imperio mexicano (previo juramento que designa el artículo 4° del plan), en primer lugar el señor don Fernando VII, rey católico de España; y por su renuncia o no admisión, su hermano el Serenísimo Señor infante don Carlos; por su renuncia o no admisión, el Serenísimo Señor infante don Francisco de Paula; por su renuncia o no admisión, el Serenísimo Señor don Carlos Luis, infante de España, antes heredero de Etruria, hoy de Luca; y por renuncia o no admisión de éste, el que las Cortes del Imperio designen. Con esta última cláusula, quedaba abierta la posibilidad de que el nuevo gobernante fuera el propio Iturbide.
El 27 de septiembre de 1821, el ejército trigarante al mando de Iturbide desfiló victorioso por las calles de la ciudad de México. Al día siguiente se firmó el acta de independencia, pero España no reconocería lo firmado por O'Donojú, sino hasta 1836.
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