¿Creen ustedes que aquellas emociones “No expresadas” son negativas a nuestro organismo? ¿Por qué?
Respuestas
Explicación:
El término emoción procede del latín y significa “el impulso que induce la acción”. La emoción es fundamentalmente adaptativa. Comparándola con la cognición, la emoción “es un sistema biológicamente más antiguo, de acción rápida y adaptativa, un sistema destinado a mejorar la supervivencia” (Greenberg y Paivio, 200: 32) Las personas, además de poseer emociones, necesitamos aprender a sentir y regular nuestras emociones. Las emociones constituyen una importante fuente de información y acción. Así, mediante las emociones, la persona sana puede tener un alto nivel de conocimiento del ambiente y de sí misma. Las emociones “regulan el funcionamiento mental, organizando tanto el pensamiento como la acción” (Greenberg y Paivio, 2000: 30) Esta energía en movimiento hace reaccionar al organismo. Si se procesa adecuadamente da lugar a la acción y si no se procesa así, bloquea al organismo. Las personas tenemos diferentes maneras de bloquear la expresión y el sentir las emociones. Los terapeutas debemos conocer este hecho para facilitar a nuestros pacientes la ayuda y el apoyo necesario “que les permita resolver con éxito” (Zurita y Chías, 2011: 9) Lo que genera patologías son las emociones excesivas o las crónicamente bloqueadas. En sesión, generalmente se contacta con emociones “que fueron bloqueadas o interferidas (…) y no fueron gestionadas adecuadamente, por lo que quedaron acumuladas en la persona” (Zurita y Chías, 2011: 10)
Para casi todos los autores que han definido el concepto emoción, éste involucra al pensamiento, al estado psicofisiológico, al afecto y a la acción-reacción expresiva, es decir, las tres dimensiones de la emoción: biológica, psicológica y social. Neurobiológicamente es la amígdala la responsable de las emociones. Cuando está afectada, la persona tiene problema para expresar sus emociones, para distinguir e interpretar las expresiones emocionales en otras personas. Pero la inexpresividad emocional no toda ella procede de un problema orgánico. Existen diferencias individuales muy marcadas en cuanto a la expresión de las emociones en las que las características temperamentales juegan un papel importante. Además, las diferentes culturas “exigen una mayor o menor expresividad emocional y son más o menos permisivas con las manifestaciones del mundo de los afectos, o de alguno de ellos” (Gimeno-Bayón y Rosal, 2001: 360) Todo ello no debería calificarse de “problema”. Será un problema para la persona cuando existe un mecanismo que bloquea el libre fluir emocional y, por lo tanto, como comentan Gimeno-Bayón y Rosal(2001: 360), desconecta a la persona de las posibilidades funcionales que el mundo afectivo aporta.
En este trabajo estoy centrándome en los casos en los que hay una inhibición inconsciente para la persona resultado de seguir las pautas marcadas por su cultura, su grupo social y familiar o por una figura parental que según el AT transmite un mandato “No sientas”. En otros casos, una experiencia traumática lleva a la persona a decidir desconectar con sus emociones antes de repetir la experiencia tan dolorosa que vivió en el pasado. Para compensar la desconexión emocional, la persona desarrolla lo cognitivo o somatiza, siendo el cuerpo el que expresa lo reprimido emocionalmente.
Besitos OvO