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q te sirva
Explicación:
El español actual es en esencia el resultado de la evolución histórica del latín en una parte de la península Ibérica, por lo que la gran mayoría de sus rasgos característicos proceden de la lengua que trajeron los romanos. Pero a lo largo del tiempo, y con la expansión habida, se han ido incorporando además elementos de origen distinto que, aunque tienen un carácter minoritario, no dejan de ser significativos. El Imperio Romano llegó a tener una vasta extensión territorial y el latín acompañó a la administración y a las legiones romanas en su expansión, por lo que en un período de tiempo relativamente breve esta lengua, hablada inicialmente solo en el Latium (pequeña región de la zona central de la península Italiana), se impuso sobre casi todas las demás a lo largo y ancho de los dominios del Imperio. Ahora bien, el latín hablado en las distintas regiones no era exactamente el mismo. Entre las causas de las lógicas diferencias dialectales cabe citar el hecho de que la conquista de cada una de ellas tuvo lugar en época distinta, a lo que hay que añadir la incidencia del origen geográfico y social de los conquistadores, la influencia ejercida sobre el latín por la lengua que hablaban las nativos del territorio y otras vicisitudes históricas. Por estas y otras razones, con la disgregación del Imperio y la incomunicación que ello conllevó entre los nuevos entes políticos surgidos, se fueron desarrollando paulatinamente formas dialectales cada vez más alejadas del latín clásico, al tiempo que también diferían más entre sí, hasta el punto de que ya no era posible la mutua comprensión entre personas que empleaban variedades distintas. De este modo fueron haciendo su aparición las llamadas lenguas románicas, hijas todas ellas del latín. Tienen, por tanto, como hermanas que son, numerosos elementos lingüísticos comunes y bastantes similitudes en todos los aspectos, pero cuentan también con diferencias suficientemente significativas como para que se consideren lenguas distintas. En el caso del español ha recibido a lo largo de su historia, especialmente en el léxico, diversas influencias, que se ponen de manifiesto en la presencia de palabras de origen prerromano, árabe, griego, germánico o de otras lenguas románicas (sobre todos del francés, occitano, catalán, italiano y portugués), entre otras. El elemento árabe es precisamente un rasgo que singulariza al español (junto con las demás lenguas romances hispánicas y con algunos dialectos del sur de Italia) del resto de los idiomas, románicos o no, de Europa occidental. Resumiendo mucho, se puede decir que el influjo ejercido en cuestiones fonéticas, morfológicas y sintácticas es más bien escaso y no siempre aceptado como tal por todos los especialistas en el tema, pues a veces surgen opiniones discrepantes, que se apoyan en argumentos que, si bien no son concluyentes, al menos generan dudas razonables. En cambio, existe una coincidencia generalizada en cuanto al léxico. Autores cualificados señalan que procede del árabe en torno al 8% del vocabulario español, es decir unos novecientos términos primitivos que, con sus correspondientes derivados, pueden incluso superar las cuatro mil palabras.Alhambra-de-Granada.