Respuestas
Hay tres maneras o planes para abordar las dificultades de conducta de un alumno. Cuando los adultos imponen su voluntad en respuesta a una conducta inadecuada; el plan C, cuando el adulto deja de hacer cumplir una norma, durante un tiempo, y el plan B, que se refiere a la resolución de problemas en colaboración cuando el niño y el adulto se comprometen a resolver un problema o una expectativa insatisfecha de manera realista y mutuamente satisfactoria (Greene, 2009).
El plan A
Imponer la voluntad del docente, se utiliza para intervenir con la mayoría de los alumnos, y con la mayoría de los alumnos funciona. Pero funciona porque la mayoría de alumnos disponen de buenas habilidades adaptativas, pueden pensar, afrontar la adversidad y encontrar la manera de resolver problemas.
Esta manera de actuar tiene tres problemas básicos con los alumnos con dificultades de conducta: aumenta extraordinariamente la probabilidad de aparición de conductas problemáticas; no ayuda al adulto a pensar por qué el alumno no hace lo que querría que hiciera y no enseña al niño ninguna habilidad que no sepa o la manera de resolver un problema.
El objetivo es ayudar al alumno a pensar ante una situación adversa de una manera flexible y tolerante con las emociones que esta situación despierta. Dicho de otro modo, ayudarlo a pensar, a comunicarse y a buscar una solución.
El plan C
Que consiste en abandonar expectativas concretas relacionadas con la conducta de un alumno, es útil para reducir los conflictos y mejorar la relación, pero no enseña a resolver problemas ni habilidades adaptativas concretas. Este plan C no significa ceder, sino que quiere decir dejar algunas conductas
inadecuadas poco importantes para priorizar las más importantes.
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El plan B
Es la resolución de conflictos en colaboración, que ayuda al docente a aclarar y comprender las preocupaciones del alumno o su perspectiva ante un problema no resuelto. También ayuda al alumno a captar y comprender la preocupación del docente ante este problema no resuelto. En definitiva, es la manera con la cual el docente y el alumno trabajan juntos para encontrar soluciones mutuamente satisfactorias. El plan B se puede utilizar de dos maneras:
en respuesta a una emergencia o proactivamente. El plan B de emergencia se pone en marcha cuando el niño empieza a mostrar las señales de aparición
de una conducta reactiva. El objetivo es ayudar al alumno a pensar ante una situación adversa de una manera flexible y tolerante con las emociones que
esta situación despierta. Dicho de otro modo, ayudarlo a pensar, a comunicarse y a buscar una solución. Se utilizan las siguientes estrategias:
♦ Buscar soluciones en los conflictos con el alumno.
♦ Ayudar a mantener la calma en medio de la frustración.
♦ Establecer un tira y afloja.
♦ Proponer maneras alternativas de solucionar un problema.
♦ Intentar resolver los desacuerdos de manera mutuamente satisfactoria.
♦ Buscar un acuerdo. Un acuerdo es una manera de resolver las cosas cuando no se está acuerdo. Una solución que contenta a todos porque significa que hemos sido capaces de solucionar un problema sin generar conflicto.