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Respuesta:
La consolidación de este escritor fue plena en los años noventa, además de vertiginosa, gracias a un puñado de excelentes novelas pero también gracias a un tono de escritura y un empeño ético que hizo de él algo más que un excelente novelista contemporáneo. Su perfil público y sus artículos entre el periodismo literario y el ensayo han anclado su posición crítica contra el narcisismo algo banal del fin de siglo en España y han acentuado su voz más desapacible contra la tentación del olvido (o la dejadez ética): la decantación de esa perspectiva llegó con un ensayo entre la crispación y el desengaño sobre la España reciente, Todo lo que era sólido (2013). Su primera novela fue Beatus ille (1986) y quiso ser la reconstrucción de un personaje que pudo haber sido real, un derrotado plenamente activo en la República, y no dudó en jugar con elementos históricos y ficticios para ello. Ese ha sido de nuevo el ámbito de resonancias en que avanza su más ambiciosa novela, La noche de los tiempos
Explicación:
ese el ensayo