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La novela infantil "La gran Georgina, mi dislexia y Loconcio", de la escritora colombiana María Cristina Aparicio, escrita en 2011, narra las aventuras de una niña María Joaquina y su amigo Leoncio, popularmente conocido como "Loconcio", apodo puesto por sus nuevos compañeros de clase, cuando María no pudo ser capaz de leerlo correctamente cuando la profesora Chavita lo escribió en la pizarra, a manera de presentación en el salón.
María Joaquina, descubre que sufre de dislexia, cuando sus padres fueron citados al colegio, donde se reúnen con la sicóloga del instituto y les informa del problema de aprendizaje que ella sufre, al dificultarse diferenciar las letras y hacer actividades que tengan un cierto orden.
En su primer día de cita el centro médico indicado por el colegio, María Joaquina conoce a una chica, con Síndrome de Down, de bata blanca que actúa como recepcionista que controlaba la atención a los niños pacientes por los distintos médicos que allí laboraban.
Después su revisión de diagnóstico es enviada con su médico terapista quien revisaría y trataría su caso. Al entrar al consultorio, su sorpresa fue mayúscula pues la terapista era la chica con Down, a quien conoció en recepción. Su nombre era Georgina, la cual le agradó desde que la conoció. Georgina, además de terapista era muy buena contando cuentos de misterio, los cuales empleaba en las terapias donde asistía a Maria Joaquina.
Georgina era la líder de un Club de Niños con Habilidades Extraordinarias lo cual motivó a María Joaquina, pero que en ese primer momento Georgina no la invitó a ser integrante del mismo.
En su segunda visita a la terapia María Joaquina invita a que la acompañe Leoncio, quien congenia muy bien con Georgina. Terminada la terapia, cerrada por Georgina con un "cuento de miedo", María se retira con su hermana Vanesa, pero su sorpresa fue que Leoncio se quedó en el consultorio con Georgina, puesta ésta lo había invitado a formar parte del exclusivo club de niños exclusivos. Obviamente, esto molestó a María, aunque lo disimuló, pues se consideraba amiga de Georgina y no así lo era Leoncio de ésta.
Pero lo sorprendente fue que algunos de sus compañeros de clases también fueron aceptados en el selecto club, lo que molestó aún más a María Joaquina, haciendo que se alejara de sus amigos.
Fue ese día que Loconcio se le acercó, buscando rehacer su amistad, cuando pudieron conversar sobre lo de extraordinario que tenían realmente los chicos del club y que los hizo realmente candidatos a pertenecer al mismo.
En realidad todos eran niños comunes con sus problemas de aprendizaje, solo que se aceptaban tal como eran y consideraban que esas cosas tan simples que hacían, para ellos era algo extraordinario y así lo creían.
María Joaquina entendió el mensaje y revisando con Leoncio y su amiga Maricela todas las actividades que ella hacía en el colegio y en su hogar eran más que suficiente para que ella se considerara una niña importante y extraordinaria.
Maria Joaquina fue recibida de manera muy especial en el Club, con actos de bienvenida, presentados por su compañeros miembros lo que la hicieron muy feliz y sentirse orgullosa de pertenecer a tan exclusiva sociedad.
Al tiempo, Georgina tuvo que marcharse a Europa, a España, hacer un postgrado de especialización, para continuar ayudando a todos estos niños con problemas de aprendizaje. Eso sí, antes de su partida nombró a una presidenta encargada del club: a María Joaquina.
Espero que te haya sido útil el resumen.