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GABA (neurotransmisor): funciones y características
Un neurotransmisor implicado en procesos como la relajación, el sueño y las adicciones. Vamos a conocerlo en profundidad.
La actividad del sistema nervioso central está ligada a la comunicación de las células que lo conforman: las neuronas. Estas, para enviar sus correspondientes mensajes, recurren a impulsos electroquímicos.
Uno de los elementos fundamentales para que pueda llevarse a cabo tal interacción son los neurotransmisores, que pueden tener la capacidad de excitar o inhibir la actividad del cerebro, lo que resulta esencial para mantener su equilibrio.
En este artículo trataremos el neurotransmisor inhibitorio más importante, el ácido gamma aminobutírico (GABA), ahondando en los aspectos básicos de su mecanismo de acción y en sus diversas funciones.
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¿Qué es el GABA?
El descubrimiento de esta biomolécula tuvo lugar a mediados del siglo pasado (1950) de la mano de Roberts y Frankel, pero hasta el año 1957 no se describieron sus propiedades. En aquellos tiempos, la absoluta totalidad de los neurotransmisores sobre los que se tenía conocimiento (como la acetilcolina o la norepinefrina) eran activadores, por lo que el GABA (que además parecía muy abundante) supuso un cambio de paradigma.
El GABA es un importante neurotransmisor con capacidad de inhibición sobre la actividad de la corteza cerebral, el cual se distribuye ampliamente en el sistema nervioso central. Es el resultado de la conversión del ácido glutámico a partir de la acción de la enzima glutamato descarboxilasa. En general, su función es reducir los niveles de estrés fisiológico, motivo por el que un déficit en el mismo puede asociarse a la aparición de trastornos psicológicos en las categorías de la ansiedad o el estado de ánimo.
Las extensas evidencias sobre su escasa disponibilidad en personas que padecen este tipo de problemas de salud ha conducido a la síntesis de medicamentos que ejercen su efecto sobre los receptores específicos de este neurotransmisor, particularmente cuando se observa hiperactivación o dificultades para la conciliación del sueño.
En otros casos su uso se reserva a momentos en los que se accede a un estado de intensa activación simpática, produciendo su consumo un efecto agudo de relajación y sedación.
Mecanismo de acción del GABA
La comunicación sináptica precisa de una neurona presináptica y otra postsináptica.
Cuando tiene lugar, los neurotransmisores se almacenan en las vesículas de la primera de ellas, liberándose al espacio entre ambas (hendidura) y adhiriéndose a los receptores de la segunda. Con objeto de optimizar este proceso, el neurotransmisor sobrante puede ser reabsorbido por la neurona que lo produjo, o "reciclado" por mediación de los astrocitos.
El mecanismo de acción del GABA se centra en las fibras aferentes primarias del sistema de motoneuronas, que se encarga de regular la actividad motriz. La unión de GABA a los receptores postsinápticos sensibles a él ejerce un efecto de apertura sobre los canales de cloro, resultando de ello una inhibición rápida de la célula que recibe esta señal bioquímica. De hecho, el efecto de los fármacos agonistas de GABA (como las benzodiacepinas) apenas tarda unos minutos en producirse desde su consumo.
Todas las células del cuerpo humano, que se encuentran separadas del ambiente externo por membranas, presentan polaridad interna negativa cuando están en situación de reposo. Para que una neurona se active debe resolver este estado de tensión fisiológica, algo que sucede al interactuar con un neurotransmisor excitatorio (despolarización). En cambio, para que pueda “relajarse” es necesario fortalecer su propia carga negativa (hiperpolarización), mediante la citada contribución del cloro (ión de carga negativa o anión).
En resumen, GABA procedente de neuronas presinápticas llega a la hendidura y se adhiere a receptores sensibles de las postsinápticas. En este punto abre los canales de cloro, cuya carga negativa hiperpolariza la neurona receptora e inhibe su reacción a cualquier acción excitatoria. Este fenómeno se mantiene en el tiempo, hasta que sucede una eventual repolarización.
Funciones y aplicaciones terapéuticas del GABA
Seguidamente expondremos algunas de las aplicaciones terapéuticas que se desprenden del conocimiento sobre este neurotransmisor y sus receptores específicos.
Algunas de ellas cuentan con extensa evidencia, mientras que otras se encuentran en una fase temprana de estudio. Nos centraremos solo en la ansiedad, el miedo, la depresión, el sueño y las adicciones.
1. GABA y ansiedad