Respuestas
Respuesta:
MI MEJOR Y AUTÉNTICO AMIGO
Los seres queridos nos enseñan lo que es la vida y nunca se van. Se quedan con nosotros a través de los recuerdos que nos dan alegría y deseos de vivir. Constantemente recuerdo a mi padre, el tiempo no pasa para mí. Tenía 12 años cuando tuve la primera conversación con él; me llamó a su escritorio en la calle Rieles y me explicó los peligros que corría un joven cuando trataba de acercarse a las mujeres. Al principio me asusté, luego comprendí. Cuando comencé a trabajar fue en un depósito de perfumería, fui aprendiendo todos los pasos del negocio siempre bajo sus indicaciones y sus sugerencias. De puesto en puesto fui recorriendo diversos cargos, desde el almacenero hasta gerente. Estuve muy cercano a él, porque, cuando cumplí 26 años, era su secretario. Me enseñó el valor del trabajo, con la puntualidad como norma principal, la importancia del orden y la responsabilidad al asumir cualquier tarea. La honestidad fue la base moral de cualquier trato comercial, también el respeto y la cortesía. Muchas veces me encomendaba trabajos ante los que sentía cierta timidez, pero no se lo decía y terminaba haciéndolo. Así fui adquiriendo carácter, personalidad y confianza en sí mismo. Él me enseñó la filosofía de la vida. Cada vez que lo visitaba, en su casa de la avenida Salaverry, me hablaba acerca del negocio, y después pasábamos a conversar sobre la vida. Yo aprendí mucho de él sobre la felicidad, el trabajo y la familia. Aprendí a conocer la profundidad de sus pensamientos que despertaron en mí el deseo de cultivar mi espíritu. Él me enseñó a superar las épocas difíciles, a admirar la belleza de la vida, a ser leal, comprensivo, a respetar a mi prójimo, a ser justo y a luchar por sus ideales. Jamás me humilló, siempre que tenía que corregirme, lo hacía en privado. Me dejó muchas enseñanzas que hoy las comunico.
Explicación: