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Respuesta:
Dentro de la transición existirían varios momentos claves, que pueden considerarse críticos.
El primero es la Crisis del siglo XIV, que no sólo fue una crisis demográfica ligada a la Peste Negra de 1348, sino que está ligada a una inadecuación del modo de producción feudal al aumento de las fuerzas productivas:
aumento de la población desde al menos el año 1000,
roturación de nuevas tierras, con la consiguiente actuación de la ley de rendimientos decrecientes,
imposibilidad de aumentar el lento ritmo de mejoras técnicas (desconectadas de la ciencia medieval),
inadecuación del feudalismo para convertir los excedentes en capital: los señores no los invierten (traicionarían su papel social, que condena el trabajo y los campesinos no disponen de ellos) mientras que la burguesía y la ciudad ocupan un papel subsidiario (el alcance de éste papel es uno de los puntos centrales del debate historiográfico entre los autores arriba señalados).
En resumen, desde el siglo XIV comienza a disolverse el feudalismo, no sólo en sus aspectos económicos, sino sociales y políticos (fin de la servidumbre y el vasallaje en Europa Occidental, división de la nobleza en alta y baja, aumento del poder de las monarquías autoritarias frente a las monarquías feudales anteriores...).
El segundo es la Crisis del siglo XVII, cuya misma existencia también es discutida por la historiografía en un célebre debate. La crisis es una crisis general, pero con consecuencias muy distintas en cada parte de Europa: Los países del área mediterránea (España, Italia) se refeudalizan, produciéndose incluso la denominada "traición de la burguesía". Los del noroeste de Europa, avanzan hacia el capitalismo, el predominio social de la burguesía y sus valores (el trabajo, la propiedad), y estados que los defienden mediante sistemas políticos innovadores (Holanda e Inglaterra). La triunfante monarquía absoluta francesa, cúspide de una formación económico social propia del Antiguo Régimen, ha sido interpretada contradictoriamente, por unos como una fuerza transformadora, que unifica una economía de dimensiones nacionales, y por otros como una fuerza retardadora de las transformaciones que las fuerzas productivas "objetivamente" pudieran haber impuesto. El papel de las clases sociales y su misma existencia en ese momento han sido también objeto de cuestión.
El último es la Crisis del Antiguo Régimen, coincidente con las tres revoluciones simultáneas de mediados del siglo XVIII a mediados del siglo XIX (revolución industrial, Revolución Burguesa y Revolución Liberal), que se ha podido llamar La Era de las Revoluciones.