Respuestas
Respuesta:
- La pregunta
- El estudio de una cita
- El estudio de una noción o concepto
- La comparación de dos o varias nociones
- El enunciado de tipo imperativo
1 LA PREGUNTA
Algunos temas
La aplastante mayoría de los enunciados los constituye una
pregunta. Esto no tiene nada de sorprendente. Interrogar la realidad, llear
a cabo un “cuestionamiento”, muestra ser, en efecto, el acto de
nacimiento de la filosofía.
He aquí algunos ejemplos de este tipo de temas extraídos de las
habituales pruebas escritas de los distritos universitarios españoles:
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- ¿Qué papel desempeñan, según Kant, el entendimiento y la razón
en el proceso de conocimiento?
- ¿Por qué considera Kant que los juicios sintéticos son a priori
científicos”
- ¿Qué son para Kant el espacio y el tiempo?
- ¿Qué valor da Marx al trabajo en su concepción de la sociedad?
- ¿Puede demostrarse la existencia de Dios?
- ¿Puede llegar el conocimiento humano a conocerlo todo?
- ¿La razón y la pasión están enfrentadas?
- ¿Cuál es el límite de lo privado frente a lo público?
- ¿Debe un filósofo parecerse a un científico?
- ¿Existe siempre una posibilidad de elección?
Tres tipos de interrogación
Este tipo de temática predomina, como se puede constatar, en la
mayoría de los ejercicios. Si nos detenemos a reflexionar, la remite por sí
misma a tres tipos (al menos) de interrogación:
-Interrogación abierta, que no orienta al candidato. Ejemplos:
.¿Qué es un concepto?
.¿Qué es un individuo?
.¿Qué es una educación exitosa?
-Interrogación que sugiere (sutilmente) una respuesta. Ejemplo: ¿Es el
cuerpo tan sólo un objeto? En este caso concreta se invita,
implícitamente, a pasar del cuerpo en su objetividad, como realidad
científica, médica, etc., al “cuerpo sujeto”, vivido, existencial,
fenomenológico, en cierto modo. Aquí, el itinerario se halla pues sugerido
y resulta difícil eludir un cierto tipo de problemática, que conduce al
núcleo del análisis. El estudiante se encuentra, en cierta forma, “guiado”.
-Interrogación con alternativa. A los candidatos se le proponen dos
enunciados (que, en apariencia, se excluyen mutuamente). Estos deben,
por consiguiente, escoger, según un sistema lógico por el cual,
necesariamente, de dos proposicones presentadas, una parezca verdadera
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y la ota falsa. Da la sensación (a simple vista) de que sólo hubiera dos
soluciones posibles. Ejemplos:
.¿A favor o en contra de la dialéctica?
.¿El desorden es creador o destructor?
.¿El tiempo es nuestro enemigo o nuestro aliado?
Ante la interrogación con alternativa, será preciso, en ciertos casos,
someterse a la regla de la alternativa; en efecto, desde un punto de vista
puramente lógico, puede no darse una tercera solución. Se obedecerá
entonces al principio de tertio excluso, según el cual, partiendo de dos
proposicones contradictorias, si una es erdadera, la otra es falsa y
recíprocamente. En este caso, no hay un “tercer término”. Pero, con
mucha frecuencia la interrogación con alternativa depende precisamente
de una unificación o de una síntesis de forma dialéctica, de forma que se
superen las dos proposiciones que parecían excluirse en un primer
análisis.
Es aconsejable, pues, en la interrogación con alternativa, reflexionar
metódicamente acerca de la utilización del planteamiento dialéctico, que
con frecuencia se adapta bien a esta cuestión. Ejemplos:
-Tema: “¿A favor o contra la dialéctica?
Tesis (a favor): la dialéctica designa una forma de pensamiento que se
confía a la potencia de lo negativo y capta los seres en su movimiento
total. Asimismo parece proporcionar un cómodo esquema intelectual.
Antítesis (en contra): ¿No puede convertirse la dialéctica en un esquema
de interpretación que excluya la vida, las vivencias y la subjetividad?
Síntesis: los pros y los contras remiten de por sí a una cuestión de
conjunto. No se trata tanto de estar a favor o en contra, como de
encontrar, sintéticamente, la verdadera potencia de lo negativo, del
“trabajo de lo negativo”
-Tema: ¿Nos ayudan los demás a conocernos o nos lo impiden?
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Tesis: los demás aportan una poderosa ayuda para la propia toma de
conciencia. Nos ayudan a forjarnos y, forjándonos, a conocernos.
Antitesis: estudio de los riesgos de despersonalización (cfHeidegger: el
“se”, cuando los otros impiden captar una imagen auténtica de uno
mismo)
Síntesis: el hegeliano permite unificar ambos puntos de vista: la lucha de
conciencias, que parece un obstáculo para una aprehensión simple y
transparente, permite, de hecho, el conocimiento de sí a través del otro