Respuestas
Respuesta:
La expresión de género puede ser un factor sexual también cuando la identidad sexual se considera dentro de un espectro amplio y gradual. Por ejemplo, se desarrolla la sexualidad de distinto modo cuando la cultura considera virtuosos la gente travesti, transexual o intersexual (como en los antiguos indios) que cuando se los recrimina (como en la Europa moderna). Hay ciertas culturas y sociedades religiosas que optan por el celibato.
También hay ciertas culturas con mayores tabús que otras. Algunas son más abiertas y consideran morales distintas opciones heteronormativas, otras en algunas épocas han buscado la uniformidad heterosexual en sus formas y metodologías totalitarias. En cuestión de identidad se busca que el hombre haga funciones machistas, mientras que la mujer esté a su servicio, generando una sexualidad poco amable humanamente y muy clasista y sexista, provocando una falta de confianza en el otro.
Hace falta destacar también la necesidad del ser humano de establecer vínculos afectivos e íntimos desde la corta edad para desarrollar la autoconfianza a lo largo de la vida en sociedad. Actualmente los vínculos sociales son más laxos y dispares y puede ser complicado para los más jóvenes desarrollar una plena sexualidad ante muchos condicionantes naturales y sociales. Puede ayudar la tecnología, pero a veces se hace más complicada la confianza plena con el otro, lo que acaba generando sociedades envejecidas, poco sociables y aisladas en el individualismo aislado, sea este físico o virtual.
El comportamiento sexual funciona como una forma de comunicación social, pues a través de él podemos expresar afecto, amor, odio, cólera, insatisfacción, deseo y necesidad entre otras emociones, sentimientos y sensaciones.
La expresión de género puede ser un factor sexual también cuando la identidad sexual se considera dentro de un espectro amplio y gradual. Por ejemplo, se desarrolla la sexualidad de distinto modo cuando la cultura considera virtuosos la gente travesti, transexual o intersexual (como en los antiguos indios) que cuando se los recrimina (como en la Europa moderna). Hay ciertas culturas y sociedades religiosas que optan por el celibato.
También hay ciertas culturas con mayores tabús que otras. Algunas son más abiertas y consideran morales distintas opciones heteronormativas, otras en algunas épocas han buscado la uniformidad heterosexual en sus formas y metodologías totalitarias. En cuestión de identidad se busca que el hombre haga funciones machistas, mientras que la mujer esté a su servicio, generando una sexualidad poco amable humanamente y muy clasista y sexista, provocando una falta de confianza en el otro.
Hace falta destacar también la necesidad del ser humano de establecer vínculos afectivos e íntimos desde la corta edad para desarrollar la autoconfianza a lo largo de la vida en sociedad. Actualmente los vínculos sociales son más laxos y dispares y puede ser complicado para los más jóvenes desarrollar una plena sexualidad ante muchos condicionantes naturales y sociales. Puede ayudar la tecnología, pero a veces se hace más complicada la confianza plena con el otro, lo que acaba generando sociedades envejecidas, poco sociables y aisladas en el individualismo aislado, sea este físico o virtual