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Respuesta:
EL RETRATO DE DORIAN?
Explicación:
que la belleza es total mente efímera, no ay que pensar demaciado en ella sino disfutarla y comprendela ya que esta podria ser usada en nuestra contra
e aquí otros egemplos de que añadir
“Arte no es otra cosa que la taumaturgia de hacer aparecer ante los sentidos lo que el Artista percibe con otros “sentidos” en dimensiones armónicas y terribles. El Genio pule aristas, redondea las cosas para hacerlas adaptables a los ojos de los humanos de manos frágiles, ojos pequeños y oídos limitados. Es el “Puente de Oro” entre los Arquetipos de la Belleza y muestras miserias humanas, doradas súbitamente por la luz de las musas” (J.A.Livraga)
“ El espectáculo de lo bello, en cualquier forma en que se presente, levanta la mente a nobles aspiraciones”(Bécquer)
“Si miráramos siempre al cielo acabaríamos por tener alas” (Flaubert.)
“La belleza reside en el corazón de quien la contempla” (Albert Einstein. )
“Cuando las cosas no van bien, nada como cerrar los ojos y evocar internamente una obra bella” (Maurois.)
“Si quitaseis de nuestros corazones el amor a lo bello, nos quitaríais el encanto de vivir” (Rousseau.)
“¿Cómo veremos esta belleza inmensa que queda de alguna manera en el interior de los santuarios y que no se adelanta hacia fuera para dejarse ver por los profanos?
Aquel que pueda que vaya y la siga hasta su intimidad, que abandone la visión de los ojos y no se de la vuelta hacia el brillo de los cuerpos que admiraba antes. Porque si vemos las bellezas corporales no hay que correr hacia ellas, sino saber que son imágenes, huellas, sombras; y que hay que huir hacia esa belleza de la cual son imágenes. ¿Qué ve entonces ese ojo interno?
Desde su despertar no puede ver bien los objetos brillantes. Hay que acostumbrar al alma misma a ver primero las bellas ocupaciones, luego las bellas obras, no las que ejecutan las artes sino las de los hombres de bien. Luego hay que ver el alma de los que ejecutan bellas obras. ¿Cómo podemos ver esa belleza del alma buena? Vuelve a ti mismo y mira: si todavía no ves la belleza en ti, haz como el escultor de una estatua que tiene hacerse bella; él quita lo superfluo, endereza lo que es oblicuo, limpia lo que es oscuro para hacerlo brillante y no dejes de esculpir tu propia estatua, hasta que el resplandor divino de la virtud se manifieste, hasta que veas la templanza sentada en su trono sagrado”