• Asignatura: Castellano
  • Autor: samuelmarcosripa2hwg
  • hace 6 años

¿Como influyo la obra Don Álvaro o la fuerza del sino en la sociedad?

Respuestas

Respuesta dada por: luna3232
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Respuesta:

Las inclinaciones artísticas de Rivas se manifestaron temprano, cuando, apenas adolescente, ya daba pruebas de habilidad en la pintura y en la poesía. Las primeras poesías que nos han llegado fueron escritas en torno a los quince años y revelan, como había que esperar, una fuerte huella neoclásica y dieciochesca que no desaparecerá hasta 1823. Llenan sus composiciones las «zagalas», los paisajes idílicos, los recuerdos mitológicos o, en la vertiente heroica, las «huestes», el «ronco estruendo de las armas» y la retórica de costumbre. El amor a la mujer (muchas poesías están dedicadas a una Olimpia) y a la patria son los temas dominantes de este período.

El destierro afectó notablemente el ánimo del poeta2 produciendo un cambio de rumbo. Desde las primeras poesías que escribió al alejarse de su patria (Antes de partir, El desterrado), ya se deja advertir una tendencia hacia una mayor sencillez que implica, a menudo, una expresión más directa de los sentimientos. —13→ Destacan, en este período, El faro de Malta, oscilante entre meditación universal y búsqueda en la interioridad; El canto del ruiseñor, que parece anunciar la vena delicada y sutil de un Bécquer; A mi hijo Gonzalo, rica de una viril melancolía.

La producción que sigue al regreso a la patria se caracteriza por la presencia de una vena satírica y moralizadora y por algunos finos rasgos de humor (La cancela, Epístola a Cueto, los tres sonetos A Lucianela).

2. El poeta épico

No se puede afirmar que Rivas ocupe un puesto de particular importancia en la historia de la lírica española; en cambio, fue en la poesía narrativa donde consiguió sus más felices aciertos.

A la edad de veinte años transcribía en octavas reales el célebre suceso del Paso honroso. En Malta, en 1826, se servía otra vez del mismo metro para los cinco cantos de Florinda. En ambos casos, iba mostrando su afición a los temas hispánicos, oscilando entre lo histórico y lo histórico-legendario. Esta última orientación (que será la más típica del romanticismo español) fue la que le consintió la realización de obras maestras. Ante todo, El moro expósito (12 cantos en romance endecasílabo) que, empezado en Malta y concluido en Tours en 1833, salió a la luz con un célebre prefacio de Alcalá Galiano, el cual se cuenta entre los manifiestos del romanticismo español. Desde luego, también el poema de Rivas fue acogido como una de las primeras muestras logradas del movimiento: su evocación de una de las más famosas y torvas leyendas nacionales -la de los siete Infantes de Lara-, su mezcla de exotismo —14→ orientalizante y de austera caballerosidad medieval, su espíritu de amor y venganza le hacían perfectamente idóneo para semejante papel.

Más tarde, en 1841, publicaba los Romances históricos. Se trataba de varias narraciones en el metro del romance tradicional octosílabo: Rivas las había ido componiendo bajo el estímulo del reciente redescubrimiento del romancero antiguo que, por obra de los Grimm, de Wolf, de Böhl y de Durán, se había convertido en uno de los monumentos poéticos que los románticos de todos los países miraban con vivísimo interés.

Rivas, ya apelando a los mismos temas del viejo romancero, como los de Pedro el Cruel o Álvaro de Luna, ya reconstruyendo episodios del pasado (El Conde de Villamediana, El solemne desengaño), ya narrando hechos de la historia contemporánea (El cuento de un veterano, El sombrero), componía una obra rebuscadísima en que se

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