Ayuda porfavor necesito hacer un cuento inventadoun poco largo no tanto sii ayudenme doy 30 puntos
Respuestas
Respuesta:
fijate en wattpad que hay historias inventadas por los demás y no es por un autor famoso
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Explicación: Ludmi y Fabricio : Cuento de Brujas
Érase una vez una brujita llamada Ludmi que paseaba muy triste por el jardín de su colegio. Estaba apenada porque había perdido su Varita mágica y no sabía cómo encontrarla.
Sus amiguitos de La Escuela querían ayudarla, pero ella no quiso decirles que pasaba. Estaba avergonzada y tenía miedo de que los brujitos y brujitas se burlasen de ella por no saber dónde había dejado su Varita.
Cuando sonó la campana y terminaron las clases, Ludmi no tenía ganas de ir a su casa. Empezó a caminar muy despacito y llegó al bosque. Sus amigos, los animales del bosque enseguida supieron que le pasaba algo, porque todos los días cuando llegaba Ludmi , venía corriendo y cantando, pero sin embargo ese día había llegado triste y suspirando. No decía nada a nadie. Todos los animales se preocuparon mucho y le hacían cosquillas para que se pusiera a reír, pero nada…
Al final, después de mucho insistir, la ardilla consiguió saber que le ocurría a Ludmi:
– Verás, esta mañana cuando me iba al colegio me di cuenta de que aún era muy temprano y me quedé jugando en los columpios. Pero para columpiarme mejor dejé la varita en el suelo, cerca de mi.
Pasó el tiempo y se me hizo tarde, entonces me fui corriendo al colegio, cuando estuve allí me di cuenta de que me había dejado la varita y volví. Busqué y busqué pero… no la encontré.
– No te preocupes -le dijo el gorrión- nosotros te ayudaremos.
Salieron volando muchos pájaros, buscaron y buscaron pero no encontraron nada.
– Ahora buscaremos nosotros -dijo la ardilla-. Y todos los animales del bosque que caminaban sobre cuatro patas fueron a buscar la varita. Pero.. no la encontraron.
– Ya verás como te la traemos -le dijo un topo-. Se metieron en sus madrigueras y cuevas, mirando si se había caído en una de ellas. Pero no encontraron nada.
Ludmi estaba muy triste y sus amiguitos los animalitos, también.
– ¿Y si alguien te la ha quitado? -le dijo el grillo.
– ¿Pero quién? -respondió Ludmi - yo no vi a nadie.
– ¡Vamos a tu casa! -dijo el búho-. Creo que ya sé quién la tiene.
Fueron a casa corriendo. Pero en lugar de entrar enseguida, el búho les hizo mirar por las ventanas.
– Yo no veo nada extraño -dijo la mariposa- sólo veo a tu hermanito comiendo tartas.
– ¿Comiendo tartas?. ¡Pero no puede comerlas!. ¡Tiene mal la barriga!.
– ¿No ves algo que brilla debajo de la almohada? -dijo el saltamontes-.
– ¡¡¡Sí!!! -dijeron todos a coro, sin acordarse que estaban vigilando al hermanito de Ludmi.
Fabricio, que así se llamaba el brujito, se asustó al verlos a todos mirar por la ventana y se metió debajo de la cama.
Ludmi entró en la habitación y cogió su varita mágica. Estaba muy enfadada y quería convertir a su hermano en un sapo, pero después pensó que ya era suficiente con el susto que le habían dado.
Ludmi desde ese día fue con más cuidado al dejar su varita y Fabricio no volvió a hacer ninguna travesura con la varita por miedo a que su hermana lo convirtiera en un sapito