• Asignatura: Historia
  • Autor: luisafblancoaguilar
  • hace 6 años

Por qué los españoles creían que los indígenas eran bárbaros?

Respuestas

Respuesta dada por: kitsunechanyt0210
4

Respuesta:

Los pueblos prehispánicos, su cultura y tradiciones correspondían a las de criaturas bestiales, de modo que el derecho natural y divino guiado por el ascenso de la civilización ante la barbarie, encontró en esta debilidad una causa suficiente para acreditar la conquista y sus horrores.

Respuesta dada por: santilope21
1

Respuesta:

Desde los orígenes de la civilización siempre se ha justificado la expansión imperialista en base a la ideología de progreso; el objetivo era –y es- civilizar, siendo el uso de la fuerza un recurso extremo que se veían obligados a usar en determinadas ocasiones. Toda conflagración bélica ha ido seguida de una campaña retórica para escamotear las atrocidades cometidas en nombre del progreso. Frente a la violencia innata del ser humano se ponía sobre el tapete la civilización que era la que hacía posible la convivencia. Por ello, llevarla a los pueblos supuestamente bárbaros no sólo era positivo sino deseable. Había pueblos inferiores a los que evangelizar, enseñar y, en la actualidad, desarrollar. Una coartada perfecta que justificó lo mismo el expansionismo romano, que el hispánico, el inglés, el belga o el estadounidense.

 

En el caso de la conquista de América hay que empezar recordando que el final de la reconquista había dejado a muchos guerreros sin empleo. Miles de soldados de Cristo, como decía Francisco Pi y Margall, que habían hecho de la guerra su forma de vida y que no sabían hacer otra cosa. La precaria economía agraria castellana parecía incapaz de absorber a este gran contingente de soldados licenciados. Por ello, el Nuevo Mundo se convirtió en una nueva frontera en la que seguir practicando lo mismo que habían hecho siempre, es decir, la lucha contra el infiel.

 

Por un lado estaban las bulas papales de donación por las cuales el papa Alejandro VI concedió a los castellanos los nuevos territorios descubiertos, con la condición de que los evangelizaran. La empresa americana se entendió desde un primer momento como la prolongación de la guerra santa que desde hacía varios siglos se venía librando en la reconquista. No en vano, ya en el primer viaje colombino se utilizaron fondos de la bula de Cruzada. Pero no tardó en cobrarse la bula en el territorio americano; ya en 1503 se destinaron a este fin los fondos no reclamados de los bienes de difuntos. Y desde 1511 se empezó a predicar la citada bula en las Indias, aunque eso sí, los fondos irían destinados a combatir la guerra contra los turcos y los moros y no la de los amerindios. Se trataba de encontrar riquezas con las que después poder contribuir a la financiación de una nueva cruzada sobre la ciudad sagrada de Jerusalén. De hecho, los caudales de Indias confiscados en 1535 sirvieron para financiar la fallida jornada de Argel de 1541.

 

Como es de sobra conocido, el apóstol Santiago había ayudado de forma decisiva a derrotar al Islam en la Península Ibérica y ahora reaparecía ante los españoles para someter a los nuevos paganos, los amerindios. Al igual que Alfonso VIII y sus soldados vieron al santo en su caballo blanco, guiándolos en la batalla de las Navas de Tolosa, allá por el año de 1212, en la conquista de América fueron muchos los que creyeron verle al frente de las huestes. Por fortuna para los hispanos Santiago reapareció en las Indias, al frente de las mesnadas conquistadoras, para ayudarlos en su difícil y loable misión de extender la frontera cristiana allende los mares. Se cuentan por decenas las veces en las que lo reflejan las crónicas, siempre en el campo de batalla. Pero no sólo Santiago auxilió a los cristianos, también se alude en los textos a la aparición de la Virgen, San Pedro, San Francisco y San Blas. Con toda seguridad, la inclusión de la providencia en las crónicas es una coartada ética para convencerse ellos mismos y a los demás de que su conquista era justa y contaba con el beneplácito del Todopoderoso. La superioridad bélica, la fragmentación indígena y la superioridad psicológica, apoyada en la providencia, constituyeron un cóctel explosivo que acabó rápidamente con el mundo indígena, permitiendo a medio y largo plazo hacer efectiva la expansión de la frontera cristiana.

espero que te sirva

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