Respuestas
Respuesta:
"Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con su mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad de su estudio que miraba hacia el parque de robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo habría molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi enseguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcan ce de su mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a la palabra, absorbida por la sórdida disyuntiva del héroe, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. [...] "
Explicación:
Espero te sirva sigueme y dame ❤