Explica qué es la dinámica poblacional, cuáles son sus factores (explica cada uno) 3. Explica los movimientos migratorios más importantes.
Respuestas
Introducción
Los países en vías de desarrollo han venido presentando en las últimas décadas un progresivo descenso en sus tasas de mortalidad y, más recientemente, en sus tasas de fecundidad. América Latina, que abarca una gran parte de estos países, presenta evidencias de que es escenario de uno de los más rápidos procesos de transición demográfica del mundo. Insertada en esta región, Cuba se destaca del resto de los países respecto a las especificidades que muestra en relación a sus variables demográficas. Las tasas de fecundidad y mortalidad en Cuba son extremadamente bajas, aproximándose a las tendencias observadas en los países más desarrollados. En el año 1978 la tasa de fecundidad alcanzó, por primera vez, un valor por debajo del nivel de reemplazo, comportamiento que se ha mantenido hasta la actualidad (DE ARMAS, 2008).
La persistente caída de la fecundidad crea una perspectiva de disminución del tamaño de la población a lo largo de las décadas. Junto a este hecho, se observa un movimiento migratorio internacional intenso en el país, que contribuye para que realmente la migración sea un factor determinante de la dinámica poblacional observada. Así, a partir de la década del 30 del pasado siglo, Cuba se confirma como país emisor de población, con saldos negativos que persisten, situación que la coloca dentro del contexto general, principalmente de América Latina, en un lugar importante dentro de los estudios de migración internacional (BARROS, 2002). Las características del flujo migratorio externo combinan la emigración legal definitiva y temporal, principalmente para Estados Unidos, con las salidas ilegales del territorio nacional y las visitas de emigrados cubanos de retorno temporal (CEDEM, 2009). La migración es predominantemente joven, con una tendencia a la feminización en todas las categorías. Entonces, junto con las bajas tasas de fecundidad, existe también una pérdida de mujeres en edad reproductiva que agrava la situación del crecimiento poblacional en el futuro.
Los movimientos migratorios internos también son significativos con efectos todavía poco conocidos sobre el potencial de crecimiento de cada región. En Cuba, donde los niveles de mortalidad y fecundidad en el contexto territorial son bastante homogéneos y previsibles, la migración se ha convertido en la variable demográfica capaz de explicar las desigualdades territoriales de crecimiento y la distribución espacial desigual de la población (MOREJÓN, 2007).
Algunos estudios analizan las tendencias de la migración cubana (AJA, 2002; 2007; MARTÍN, 2000), pero ninguno de ellos incluye el impacto de esos movimientos migratorios en la dinámica de la población en los próximos años. Este análisis es extremadamente necesario para trazar políticas destinadas a enfrentar un posible descenso poblacional futuro que sería bien significativo, causado, principalmente, por el intenso ritmo de emigración. En este sentido, el objetivo de este trabajo es estimar el efecto de la migración internacional e interna sobre el potencial de crecimiento de largo plazo de Cuba y sus provincias, teniendo como base las condiciones demográficas en el período 2003-2007. Nuestra hipótesis es que la migración desempeña un papel importante en el crecimiento poblacional, en particular en un contexto de baja fecundidad y mortalidad, como es el caso de Cuba. Además, como los movimientos migratorios son diferenciales en el país, su efecto líquido sobre el crecimiento de las provincias también será diferenciado. Estos factores, en su conjunto, resultarían en medidas de crecimiento a largo plazo bastante diferentes de aquellas t
El estudio de las tendencias demográficas a nivel mundial ha ido ganando en importancia en las últimas décadas. Las poblaciones han pasado de niveles altos de fecundidad y mortalidad a niveles bajos, lo cual ha influido directamente en la estructura por edades y ha provocado un rápido envejecimiento de la población. El caso de Cuba es peculiar; mientras mantiene niveles de fecundidad y mortalidad tan bajos (siendo un país en vías de desarrollo) como los países desarrollados, su saldo migratorio es negativo.
Esta tendencia en los saldos migratorios cubanos no es una característica nueva; desde mucho antes de la Revolución (1959) ya se observaba un comportamiento negativo en las tasas de saldo migratorio en el país. Desde la década del 1930, el número de personas que sale de Cuba excede al número de personas que entran, siendo Estados Unidos el principal receptor de migrantes cubanos. Los flujos migratorios cubanos antes del año 59 hacia este país se caracterizaron por tener múltiples naturalezas, pasando desde la migración por motivos laborales como es el caso de los tabaqueros radicados en Cayo Hueso y Tampa en el siglo XIX hasta la migración política en el siglo XX (AJA, 2009).
Explicación: