Respuestas
Respuesta:
Espero te ayude
Dame coronita por favor
Explicación:
1- Los “Inquietos”: Siempre están apurados, buscando algo o haciendo algo. Llamados también “multitareas”, estas personas no se pueden quedar sentadas.
Si habla con un “inquieto”, puede preguntarle: ¿Este es un buen momento? O puede decir: “Necesito tener solo un momento de su atención”. Comenzar con una frase que llame su atención, sea breve y vaya al punto con rapidez ya que su atención se distrae rápidamente.
2- Los “desenchufados” Estas personas están preparados para alternar todo el tiempo. Están listos para completar una idea. No escuchan, están concentrados en adivinar lo que se va a decir y lo que ellos quieren decir.
Si se habla con un “desenchufado” verificar cada vez si entienden lo que se está diciendo. Como con los “Inquietos”, comience con una frase que capte su atención, hay que ser conciso e ir al grano ya que su atención se desvanece pronto.
3- Los “Interruptores”: Estas personas parecen no escuchar lo que se dice.
Si un “interruptor” interviene, déjelo hablar, de otra manera nunca lo escuchará. Cuando haya terminado diga: “Como estaba diciendo…” para remarcar su interrupción.
4- Los “Apáticos”: Estas personas parecen estar aburridas, que no les importara lo se está diciendo. Si habla con un “Apático” dramatice sus ideas y hágale preguntas para mantenerlo involucrado.
5- Los “Combativos”: Están preparados para discutir. Ellos disfrutan estar en desacuerdo y culpar a otros. Cuando hable con un “Combativo”, no retroceda, hable sobre cómo puede estar de acuerdo o desacuerdo con el asunto o qué es lo que se puede hacer de diferente modo la próxima vez.
6 – Los “Analistas”: Están en constante cambio de roles de consejero o terapeuta y están listos para proporcionar recomendaciones no solicitadas. Ellos piensan que son grandes oyentes y aman ayudar. Están constantemente analizando lo que están oyendo y tratando de aconsejar.
7- Los “Comprometidos”: Estos son los buenos oyentes. Ellos escuchan con sus ojos, oídos y con el corazón y tratan de ponerse en los zapatos del otro. Esto es escuchar a un alto nivel. Su habilidad de escuchar nos estimula a seguir hablando.
Si hablamos con un “Comprometido”, hay que agradecerle su atención en nosotros y en lo que decimos.