Respuestas
Respuesta:
jsjdh
Explicación:
¡Confórmate, mujer! Hemos venido
a este valle de lágrimas que abate,
tú, como la paloma para el nido,
y yo, como el león, para el combate.
Salvador Díaz Mirón
Poco más de cien años han pasado desde que Díaz Mirón escribió aquel famoso poema a Gloria, recordándole que él había nacido como “león para el combate” y ella como “paloma para el nido”. La sentencia almibarada que condenaba a Gloria al encierro (¡Confórmate!, le advertía el poeta) reflejaba una visión milenaria y patriarcal sustentada en la biología: recluidas en el nido, las mujeres daban puntualmente a luz año con año. Ni siquiera en las florecientes democracias occidentales había una sola rendija que les permitiera rebasar las fronteras de la vida doméstica. Y las levantiscas –como debe haber sido Gloria– y las pocas que tenían los medios, la inquietud y el tiempo para salir al mundo, encontraban todas las puertas cerradas. La ley –apuntalada por la religión– les impedía educarse, tener propiedades, participar en la política o emplearse en otra esfera que no fuera el servicio doméstico. Las mujeres no tenían siquiera el derecho al voto.
El encierro empezó a resquebrajarse a cuentagotas. En la primera mitad del siglo XX las mujeres occidentales obtuvieron el derecho a votar –y desmintieron a los que profetizaban que el “irracional” voto femenino radicalizaría la política a la derecha–. Después de mantener funcionando a las economías de los países beligerantes durante la Segunda Guerra, muchas regresaron a sus hogares.