¿Quién es cristiano? Cristiano es aquel que siente interpelado, llamado por la persona de Jesús y acepta seguirlo. El encuentro con Jesús y su seguimiento es la experiencia central de la vida crsitiana, tal como nos lo muestran tantos personajes del Nuevo Testamento (Zaqueo, la samaritana, Mateo, Pedro, Pablo, María Magdalena, etc.) Todos ellos se sintieron amados por Jesús y salvados por ese amor. De este modo, Jesús se convierte en el modelo de persona para encarnar en la propia vida. La opción fundamental del cristiano consiste en seguirlo, imitarlo, identificarse con él y con su causa. Así, poco a poco, la escala de valores del cristiano se va identificando con la de Jesús. De este modo, el cristiano articula su conciencia, su ser profundo personal. La persona que vive así inicia un auténtico camino de liberación. El discípulo que sigue a Jesús hace muchas renuncias motivado por el gozo del amor de Dios. Ya no hay normas exteriores que lo coaccione, sino la vivencia del amor de Dios. Este es el fundamento de toda vida cristiana. Del mismo modo que Jesús, el cristiano no vive el dualismo entre amor a Dios y amor a los que lo rodean; al contrario, el amor de Dios se manifiesta en el amor a la humanidad, quienes se convierten en su familia: su misma experiencia de fe se vive en comunidad, junto a otros, lo que hace más fácil el camino. JESUS Y EL SERVICIO A LA SOCIEDAD El seguimiento de Jesús no se desarrolla de forma exclusiva en la intimidad o de forma espiritual; una actitud así sería egoísta y no correspondería con el proyecto de vida cristiano. El mensaje de Jesús interpela a vivir esta experiencia en comunidad y a servir a toda la sociedad. ¿Cómo se hace concreta la voluntad de Dios en Jesús? “Este hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por todo” (Mc 10,45). El llamado de Dios está vinculado a un discipulado no solo espiritual, sino de servicio a los hermanos, a la sociedad, que se da con todos los hombres, pero preferentemente con los más vulnerables, los excluidos, los olvidados, los desvalidos. El poder en el Reino de Jesús no sigue la lógica humana ni la mentalidad política: está en función del servicio (Lc 22,27) COMPROMISO CON LOS EXCLUIDOS El indifirentismo, más que el ateísmo, ha pasado a ser un problema enraizado en grandes sectores de grupos intelectuales y profesionales, de la juventud y aun de la clase obrera. La misma acción positiva de la Iglesia en defensa de los derechos humanos y su comportamiento con los pobres ha llevado a que grupos económicamente pudientes que se creían adalides del catolicismo, se sientan como abandonados por la Iglesia que, según ellos, habría dejado su misión “espiritual”. Según el texto ¿cómo puede construir el Reino de Dios en la tierra? AYUDAAAAAA PARA BYAAAAA GRACIAS
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Hola todo lo que e leído esta bien pero no encuentro la pregunta te la escribo en los comentarios ok espero que no te molestes
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