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Respuesta:
-¿Cómo se llevan la tecnología y el folclore?
--Podríamos pensar que la tecnología es el futuro que nos aguarda y el folklore es el pasado que ya se fue. Pero quienes estudiamos el folklore no lo hacemos con intención de vivir en el pasado, según las costumbres de nuestros antepasados, sólo queremos conocer mejor el origen de nuestra cultura porque es algo que nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos, a entender por qué somos como somos.
--Y utiliza cualquier herramienta.
--Para esta tarea es lógico utilizar cualquier recurso que la tecnología nos brinde. Me cuesta entender que desde el mundo del folklore seamos tan reacios a adoptar los avances más recientes.
--Pero, claro, la tradición precisa precisamente memoria.
--Los avances tecnológicos crean nuevos hábitos, nuevas costumbres que algún día serán estudiadas como folklore, de manera que éste evoluciona y se renueva. Y el folklore proviene del pueblo, no al revés.
--¿Qué ha supuesto Internet para todo este trabajo?
--Ha sido su soporte, no sólo material sino también conceptual. Arafolk se concibió exclusivamente para difundirse a través de Internet; utiliza tecnologías de Internet y va dirigido a internautas. Sobre todo se ha beneficiado de la gran capacidad de comunicación que brinda la red; a través de ella puedes mantener proyectos con personas con las que no tienes un contacto real.
--Habrá tenido experiencias fantásticas...
--Claro, con gran facilidad puede hacer sonar una melodía aragonesa en Brasil y que inmediatamente alguien a quien ni conoces te mande unos CDs por correo y te diga: "Vocª vai constatar (...) como o mundo é pequeno, e a música feita em qualquer parte do mundo tem contato histórico com a de outro ponto do planeta". Es fascinante.
--Habla de la jota como un patrimonio que ha oscurecido el resto de folclore, pero ¿no cree que Aragón posee en general un folclore pobre comparado con otras culturas, la gallega, la catalana, la vasca, la andaluza?
--No, ni mucho menos. Lo que ocurre es que todavía no se ha estudiado lo suficiente. Pero lo que se conoce hoy día permite asegurar que el folklore aragonés es tan rico y variado como el de cualquier otro lugar de la península.
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