• Asignatura: Historia
  • Autor: luisaFernanda2326
  • hace 6 años

Q hacían los indígenas en el texto chuya chaki​

Respuestas

Respuesta dada por: jcevallosb08
0

Respuesta:

INSTITUCIÓN EDUCATIVA CRISTO OBRERO

ÁREA DE HUMANIDADES – LENGUA CASTELLANA

TEMA: LITERATURA ABORIGEN COLOMBIANA

CHUYA-CHAKI

A la aldea de Awnari llegó un hombre a pedir albergue. Como era por la tarde sólo se encontraban

las mujeres y los niños menores, pues los demás se hallaban fuera, unos, trabajando en sus chagras

y otros, cazando. La más vieja de las mujeres, que era la madre de Awnari, le brindó una totuma de

muyá, el licor de yuca, diciéndole que esperara hasta la llegada de los cazadores. Chuya-Chaki el

hombre, se sentó sobre un tronco en la gran cocina donde trabajaban las mujeres. La construcción

era descubierta a los lados y con techo de palma, a dos aguas.

Chuya-Chaki miraba con una mezcla de aburrimiento y curiosidad. Vio que dos de las mujeres se

dirigieron a una choza pequeña y oscura donde había un gran recipiente de madera tallado en un

tronco que contenía licor en fermentación, el muyá. Entre las dos habitaciones estaba la maloca, la

vivienda comunal. Las tres construcciones formaban una especie de arco cuya cuerda estaba

constituida por un riachuelo. Un pequeño puente de troncos unía a la aldea con el camino que hendía

la selva, por donde habían partido los hombres y por donde habrían de regresar.

Las dos mujeres llenaron unas grandes totumas y regresaron a la cocina; otra pareja descolgó un

tipití con el que se dedicaron a colar el líquido. Observó mientras lo introducía por la garganta del

instrumento, un tubo flexible tejido de caña lisa; luego, cada una empezó a tirar de un extremo y

poco después el jugo goteaba. Una anciana habló:

__ Prometieron traer buena carne; por eso preparamos el muyá, para recibirlos. Chuya-Chaki asintió.

__ Así agradecemos y premiamos el esfuerzo. Al retornar, los que han obtenido la caza avisan

tocando el maguaré, ese gran tambor tallado en tronco de árbol que hay cerca de la aldea, y nosotras

salimos a su encuentro. Cuando no consiguen nada no avisan y ellos mismos buscan de beber. Ya

no…

Chuya-Chaki se había levantado y, simulando ir detrás de la maloca, desapareció por el camino de

la selva. Cayendo la tarde, Awnari se reunió con la mayoría de hombres, para disponer el regreso.

Antes deberían ir juntas las piezas obtenidas y distribuidas en partes iguales para llevarlas de vuelta.

Como habían matado una danta, tuvieron que despresarla; era tan grande que fueron necesarios

diez hombres para poder cargarla, una parte cada uno.

Con habilidad cortaron hojas de una pequeña palma de cambira y las fueron entrelazando hasta dar

forma a bolsas en que guardaron la carne; luego cortaron bejucos, con los que fijaron los bultos a

la espalda. El cielo se oscureció, se oyeron algunos truenos y comenzó a lloviznar.

__ Es mejor que regresemos o no podremos caminar bien con la lluvia. Los otros deben estar ya con

mi hermano Watinga y los encontraremos por el camino o allá en nuestra casa__ dijo Awnari.

Emprendieron la marcha, con Awnari a la cabeza. La lluvia había oscurecido la tarde y no se podía

ver bien; al rato la tierra se puso lisa por el agua, por lo que a veces resbalaban, haciendo difícil

cada paso.

Explicación:

Abajo hay mas


jcevallosb08: Como a la mitad del camino, Awnari se sintió fatigado; supuso que sería por la carga y el camino
resbaloso, por lo que pensó hacer un descanso más adelante creyendo que los demás se sentirían
igual. .
jcevallosb08: Las voces de los caños, las aves, los zainos pisando las ramas, todo había desaparecido bajo
los sonidos de la lluvia; Awnari ya no oía sino la lluvia cayendo sobre la lluvia que ya había caído,
sólo lluvia cayendo, cuando se dio cuenta de que no reconocía el lugar por donde caminaban y de
que era muy posible que se hubieran perdido. Tal vez sus compañeros también lo habían notado,
porque caminaban en silencio y sus ojos se oscurecían de preocupación.
Hugo
jcevallosb08: Casi no veían ni sentían nada; sólo oyendo la lluvia. Awnari se sentía triste al pensar en cuantas
cosas estarían pensando los hombres y estos se sentían tristes porque sabían lo que Awnari pensaba.
Niño
jcevallosb08: Había pasado mucho tiempo y aunque cesara de llover, ya había oscurecido definitivamente y era
seguro que el agua había borrado las señales del camino, por lo que de todas formas tendrían que
esperar hasta el otro día para orientarse. Este sería el mejor de los casos. “Ojalá a los otros no les
haya pasado lo mismo”, deseaban mientras caminaban, no solamente por la esperanza de llegar,
sino por no abandonarse a la incertidumbre.
jcevallosb08: Tam, tam tam! Se oyeron unos sonidos y pensaron que sería el maguaré. Entonces estarían cerca
de la aldea y debía ser Watinga que regresaba y lo tocaba para avisar a las mujeres. La esperanza
regresó a ellos y caminaron rápidamente hacia donde se oían los sonidos. Una vez en el lugar sería
fácil llegar a la aldea, que quedaba muy cerca. Pero caminaron bastante, de manera que ya debían
haberlo encontrado, sin lograr nada.
jcevallosb08: ¡Tam, tam! Sonó nuevamente el maguaré, esta vez en otra parte. Desconcertados, pensaron que se
habían extraviado nuevamente o que a causa de la lluvia habían oído mal; pero después de mucho
caminar en la nueva dirección no encontraron nada.
¡Tam, tam, tam…! Luego, nada más. Agobiado Awnari decidió gritar llamando a su hermano:
__Watinga, Watingaaa…
__Wat tingaah…ah…ah.
jcevallosb08: La lluvia no cesó sino hasta cuatro días después, durante los cuales las mujeres estuvieron vigilantes,
esperando oír el maguaré que anunciaría la llegada de los hombres.
Triste, la madre de Awnari pensó en Chuya-Chaki y también en el caminante de varias tardes antes;
pero al mirar en torno a sus ojos no lo vieron.
Nunca regresaron.
Primitivos relatos contados otra vez,
jcevallosb08: eso es todo disculpa que todo no este en la respuesta es que el maximo era de 5000 palabras4
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